Justo el día en que Jordi Cuixart y Jordi Sànchez suman 17 meses de prisión, el independentismo ha llevado a Madrid su reivindicación como un clamor en defensa de la democracia y la libertad en España. "Somos y seremos uno dique de contención contra la intolerancia y el odio", ha proclamado desde el escenario al vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, mientras miles de personas -120.000, según la organización y 18.000, según la delegación del Gobierno- llenaban de amarillo y esteladas el centro de la capital española en una manifestación histórica al grito de "¡no pasarán!" y tras el lema La autodeterminación no es un delito.
El recorrido de la cabecera ha empezado en el tramo entre la fuente de Neptuno y la Cibeles. Allí se ha situado una importante representantes del Govern, encabezada por el presidente, Quim Torra, que tan pronto como ha llegado a Madrid se ha encontrado blindado en medio de un cordón del CNP casi impenetrable incluso para su equipo, lo cual ha hecho saltar chispas con los Mossos que lo acompañaban. Con Torra, el presidente del Parlament, Roger Torrent, así como el vicepresidente de Òmnium Cultural y la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, además de una numerosa representación de diputados, alcaldes y representantes de las organizaciones catalanas y españolas que han apoyado la convocatoria.
Gritos de hemos venido a despedirnos o este juicio es una farsa, se han coreado al paso de la cabecera, junto con los gritos de independencia, y la exigencia de unidad, al paso de los representantes políticos.
El acto ha empezado con una recopilación de imágenes del juicio contra los presos políticos en el Supremo, seguido de un minuto de silencio por el atentado del viernes en Nueva Zelanda que ha hecho enmudecer el paseo. Al lado de la cabecera sólo ha roto el silencio la voz de un hombre gritando un Viva España que ha resultado perfectamente audible.
Este es el vídeo de denuncia que se acaba de proyectar delante de los millares y miles de asistentes a la manifestación de Madrid.
— Izquierda Republicana (@Esquerra_ERC) 16 de marzo de 2019
Reivindicamos los derechos fundamentales. Reivindicamos el derecho a l'autodeterminació!#DemocraciaEsDecidir #AutodeterminacioNoEsDelicte pic.twitter.com/DtzoMMJRnc
El escenario, al final del recorrido por el paseo del Prado, se ha situado junto en la emblemática Cibeles, donde el Madrid celebra sus victorias futbolísticas, y ante el Ayuntamiento de Madrid. Han tomado la palabra en el acto las organizaciones independentistas y las familias de la Asociación Catalana por los Derechos Civiles, pero también las familias de Altsasu, sindicatos alternativos del Estado español y el colectivo Madrid Solidario y Republicano.
Defender la democracia
"Hoy no hemos venido a provocar a nadie, hemos venido a defender codo con codo los derechos fundamentales y la democracia que están en riesgo, desde la dignidad que representa el pueblo de Catalunya," ha asegurado Mauri después de agradecer el apoyo "al Madrid abierto y antifascista, que acoge a los independentistas".
El vicepresidente de Òmnium, que ha emplazado de nuevo al presidente Pedro Sánchez a retirar las acusaciones de la Abogacia del Estado contra los presos, ha asegurado que defender la autodeterminación de Catalunya "es defender la democracia en España" y que el 1-O el soberanismo catalán hizo temblar los cimientos del régimen del 78.
Paluzie, que ha intervenido en primer lugar, ha subrayado que la reivindicación independentista "no es contra nadie" sino "una oportunidad para todos, para tener relaciones de igual a igual entre pueblos vecinos y hermanos, que no estén marcadas ni por la dominación ni por el victimismo".
La presidenta de la Asamblea ha asegurado a los catalanes que han viajado a Madrid -"quizás con dudas, pero con esta persistencia y constancia, incluso cuando nos equivocamos"- que esta presión no es en vano, y que el juicio se tiene que convertir en un altavoz de denuncia. "Tenemos que ser conscientes de que no tendremos más que lo que nos ganemos nosotros mismos. Persistamos, luchemos, venceremos", ha emplazado.
En nombre de los familiares de la Asociación Catalana por los derechos civiles ha intervenido la esposa de Josep Rull, Meritxell Lluís, que ha advertido contra la deriva antidemocrática en España y ha llamado a frenar al fascismo; y Antxon Ramírez, padre de Adur, lo ha hecho en nombre de los padres de Altsasu. También ha tomado la palabra Jaime Pastor de Madrid Solidario y Republicà y Óscar Reina de los sindicatos alternativos del Estado español.
Ha sido un sábado extraño en la capital española, que desde primera hora de la mañana ha comprobado cómo los independentistas se iban haciendo cada vez más visibles por las calles del centro de la ciudad. Poco a poco se han ido blindando el Congreso y el Supremo y a medida que los manifestantes se han concentrado en el paseo del Prado las medidas de seguridad han sido cada vez más evidentes hasta que a partir de las cuatro de la tarde se ha cortado la circulación en la zona por donde debía transcurrir la manifestación.
A pesar de eso no se han producido incidentes a lo largo del día, a pesar de que algunos madrileños no han escondido su malestar con la concentración y que a lo largo de la mañana, desde las redes se ha denunciado que la Guardia Civil había parado algunos de los autocares que se dirigían a la capital española.