Casi un centenar de independentistas han vuelto a manifestarse cortante la avenida Meridiana de Barcelona, así desafiando la no autorización de Interior a la concentración. Fue el departamento del conseller Joan Ignasi Elena quien prohibió cortar esta arteria de entrada en la ciudad y ordenó que la concentración, que se ha hecho durante casi 700 días, se situara en una plaza junto a la avenida, evitando así el corte y posibles "tensiones" con grupos españolistas y vecinales. Hoy, por tercer día consecutivo, los manifestantes independentistas han desoído la prohibición y se han concentrado casi media hora, hasta que han llegado varios furgones de los Mossos d'Esquadra que han encapsulado los manifestantes hasta apartarlos del tráfico.

 

El sábado pasado fue el primer día que los manifestantes se reunieron para desobedecer las directrices de Interior. También se presentó la presidenta del Parlamento, Laura Borràs, una acción que fue duramente criticada por|para toda la oposición, incluso el conseller Elena. El conseller aseguró que cree que es "un error" la visita de Borràs a la concentración de la ANC y Meridiana Resiste para protestar contra las órdenes de los Mossos. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, también ha mostrado la sorpresa del partido por el hecho de que la presidenta Borràs asistiera, y le ha exigido responsabilidad: "Ha participado en una movilización en contra de una decisión del mismo Gobierno, del cual el partido de la presidenta del Parlamento forma parte", ha declarado la portavoz, que ha pedido poner, por delante de todo, la responsabilidad pública y política porque eso es la manera de "prestigiar las instituciones".

Últimos cortes|trozos independentistas

Varios grupos vecinales y grupúsculos próximos a Vox, Ciudadanos y el Partido Popular habían abierto una guerra, contra el Ayuntamiento de Barcelona y la Generalitat, para conseguir la prohibición de estas manifestaciones que cada día, en torno a las siete de la noche, cortaba la circulación de la entrada de la ciudad. La Guardia Urbana de Barcelona había redactado varios informes sobre las molestias que provocaba este corte diario y había pedido en Interior que lo prohibieran, pero no ha sido hasta esta semana que la Dirección General de Administración de Seguridad no ha dictado una resolución, que comunicó el jueves al Assemblea Nacional Catalana, que es quien comunica los cortes, que se había finalmente prohibido el corte y que la concentración se tenía que mover fuera de la carretera.

Una de las excusas de Interior era evitar enfrentamientos entre grupos de ideologías antagónicas que algunas veces se encontraban. Sin embargo, durante los más de 650 días de cortes no se han tenido que lamentar graves incidentes. Durante las campañas electorales que se han celebrado durante este tiempo también se prohibieron los cortes, por orden de la Junta Electoral Central.