El retorno de BCN World está empezando como acabó: con polémica. La recuperación del proyecto por parte del Govern de Junts Pel Sí ha generado división en la oposición del Parlament. Mientras populares y socialistas, siempre partidarios de esta inversión, lo han celebrado, los confluentes de Catalunya Sí Que es Pot se han puesto en pie de guerra.

El centro, que según el nuevo plan empezará a construirse en verano del 2017, prevé una inversión de 2.500 euros. A pesar del vicepresidente Oriol Junqueras anunciara este miércoles cambios en la altura de los hoteles (de 90 a 75 metros) o número de casinos, la diputada de CSQP Hortensia Grau ha lamentado que no ataca aquello que los confluentes consideran fundamental: la rebaja del impuesto al juego y la visibilidad de los espacios desde cualquier punto del parque.

¿"Cómo lo haremos compatible con el turismo familiar? ¿Esta es la vocación que tiene que tener el territorio"?, se ha preguntado Grau, visiblemente molesta. Pero para el popular Alejandro Fernández, aunque sea "Políticamente incorrecto", se ha demostrado que por la viabilidad del proyecto "había que hacer casinos" y "había que dar incentivos fiscales a los posibles inversores"

Prudencia

Pero en el PP son "prudentes". "Ya tenemos alguna experiencia decepcionante anterior", ha apuntado Fernández, lamentando que se queda con la sensación de haber perdido dos años. Ha señalado que planea en el aire una pregunta "si la CUP vuelve a exigir la retirada de BCN World para la cuestión de confianza, qué harán"?. En este sentido ha reivindicado que "hasta que no resuelvan la cuestión, el anuncio tiene una credibilidad relativa".

Sobre si las nuevas condiciones anunciadas por el Gobierno, y de las cuales se dará más detalles durante la tarde de este jueves, Fernández ha remachado que si son "viables" se verá en el tiempo, observando "si es atractivo o no a la iniciativa privada". Para el PSC, en cambio, no cree que suponga un problema. "No es ningún inconveniente", ha dicho el diputado Jordi Terrades

De hecho, Terrades ha sido quien se ha mostrado más satisfecho. Sin matices. Que ERC y CDC hayan conseguido superar las diferencias internas es una buena noticia para él, ya que se trata de una iniciativa que es "una oportunidad económica" para el país y las comarcas tarraconenses.

En el grupo de Ciutadans también les ha alegrado oír que BCN World vuelve a tomar vuelo, pero dicen que estarán "vigilantes" de la adjudicación. De lo que sí que se han mostrado más contrarios, y en la línea de Sí Que es Pot, es de que no haya un replanteamiento del impuesto al juego.