La Fiscalía ha rebajado a un año y seis meses la petición de prisión por un delito de encubrimiento para los dos mossos que acompañaban al expresident Carles Puigdemont en Alemania cuando fue detenido en marzo de 2018. En la última sesión del juicio este jueves en la Audiencia Nacional, el ministerio público ha modificado la petición de pena —inicialmente pedía tres años de prisión para cada uno—, pero ha argumentado que "el carácter reprochable de la conducta" se ha acreditado durante la vista oral. Según la Fiscalía, los dos mossos sabían que "prestaban su ayuda para evitar la ejecución de una orden europea de detención". "Lo hicieron intencionadamente", ha remarcado.

El hecho de que Puigdemont decidiera hacer el viaje de vuelta de Finlandia a Bélgica por carretera era "evitar algún filtro en el cual se pudiera detectar la identidad de esta persona y pudiera ser detenida", ha dicho al fiscal. El trayecto hasta Bruselas, frustrado por la detención en Alemania, era de "más de 2.000 kilómetros" y con una duración de unos "dos o tres días", ha remarcado.

Eso es un trayecto que, comparado con la ida en avión, es "largo, dificultoso y anómalo" y evidencia la intención "de ayudar a eludir la orden" de detención emitida por la justicia española. "Tenían conocimiento de que existía una búsqueda de Puigdemont y había activa una euroorden", ha dicho el fiscal, que ha remarcado que, como policías, conocían como funciona.

El fiscal ha afirmado que los dos mossos no tenían obligación de denunciarlo o detenerlo, pero que como servidores públicos se tendrían que haber "abstenido" de viajar con Puigdemont. El ministerio público, además, ha considerado "irrelevante" que pretendieran, como dijeron los acusados, entregarlo a la Fiscalía belga porque quien lo reclamaba era la justicia española. "Se dan todos los elementos" para considerarlo un delito de encubrimiento, ha insistido.

"Ni prófugo ni exiliado"

La defensa ha pedido la absolución y ha afirmado que los mossos querían entregar al expresidente en la Fiscalía belga para afrontar la euroorden al país donde Puigdemont había establecido su residencia. "No tenían nada que esconder", ha dicho el abogado de los dos agentes acusados de encubrimiento, y, por eso, cogen un coche para hacer el viaje que sabían que la policía española tenía controlado. La defensa ha argumentado que lo hicieron todo "a la luz del día" y que, si hubieran querido encubrir, habrían buscado maneras de eludir los controles.

El abogado ha dicho que, si hubieran querido evitar los controles, habrían podido coger varios coches, cambiar de vehículo a Dinamarca o ir por vías secundarias en lugar de coger vías rápidas. "Mis clientes salieron de Bruselas siendo plenamente conscientes de que estaban controlados", ha asegurado. En el turno de la última palabra, los dos agentes han insistido en que había cuatro vehículos a su disposición en Waterloo, pero que optaron por un Renault, único vehículo que, según un policía nacional que testificó, ayer miércoles, las autoridades españolas dieron a la policía alemana para que lo parara en la frontera con Dinamarca.

La defensa ha remarcado que Puigdemont no es "ni un prófugo ni un exiliado". "Es un ciudadano que en un momento determinado decide trasladar su residencia a Bélgica y afrontar desde allí las órdenes europeas de detención", ha dicho. Los dos mossos no pretendieron que eludiera la euroorden sino que lo llevaron a su lugar de residencia, donde ya había enfrentado una anterior, ha argumentado. Según el abogado, a las autoridades españolas "no les interesaba que se sustanciara en Bélgica" y "estaba claro que quería que se hiciera en Alemania". La defensa ha insistido en que los servicios de inteligencia españoles "tenían controlados todos los movimientos de Puigdemont" y, negar es "un insulto a la inteligencia". "Nada es casualidad, todo estaba planificado hasta el último detalle", ha dicho.

Juicio relámpago

Hoy queda visto para sentencia el juicio después de 3 días de sesiones cortas y sin prácticamente testigos. Entre ellos, el jefe de la Unidad Central de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, que declaró que se detuvo el expresident de la Generalitat Carles Puigdemont en Alemania porque estimaron "que era el lugar más factible para practicar la detención".

Durante su declaración los dos mossos acusados explicaron que habían ido a buscar a Puigdemont en Estocolmo para llevarlo delante de la Fiscalía belga ante una nueva euroorden de Pablo Llarena. Insistieron en que no tenían ninguna intención de eludir a la justicia.