La CUP pone en marcha este martes el proceso de renovación de su secretariado nacional, el órgano que coordina la gestión política de la organización: lo que vendría a ser una ejecutiva en los partidos tradicionales. Hoy mismo los cupaires han trasladado a su militancia los nombres de la única candidatura que se ha presentado. A partir de ahora se arranca el periodo de campaña para que el equipo se dé a conocer, un proceso que se alargará hasta el domingo día 6. Será el lunes 7 cuando se abran las votaciones telemáticas hasta el miércoles 9, y el jueves 10 se hará el recuento y la comunicación de los resultados.
La candidatura presentada sustituirá pues el actual secretariado, que fue escogido en diciembre de 2019 con nombres como la candidata a la alcaldía de Barcelona, Anna Saliente, o el ahora exdiputado en el Parlament Pau Juvillà. La nueva candidatura que se presenta, lleva por lema "Para volver" y tiene entre sus filas, cómo avanzó ayer La Vanguardia, la edxiputada y exasesora de Juvillà, Maria Sirvent; el concejal de la CUP en Reus Edgar Fernández, o el concejal de la CUP en Cardedeu Hug Lucchetti.
La exdiputada de la CUP Maria Sirvent / Foto: Sergi Alcàzar
De acuerdo con el reglamento de la CUP, el secretariado está formado por 15 personas, escogidas mediante voto telemático y secreto. De estos 15 militantes, 11 serán escogidos a través de candidaturas colectivas, y 4 a través de candidaturas individuales. Según lo que ha hecho llegar la CUP a su militancia, se han presentado 11 personas para la colectiva y 4 para la individual, por lo tanto no habrá disputas para alcanzar los cargos.
Así, a la candidatura colectiva, aparte de Sirvent y Fernández, está Joan Ramon Sanz, Jota (Nord Oriental), Gemma Codina (Catalunya Central), Txus Magallon (Penedès), Marta Gilabert (Barcelona), Albert Gimenez (Vallès Occidental), Laure Vega (Baix Llobregat), Jordi Barbero (Baix Llobregat), Quim Soler (Alt Ter), y Ester Diaz (Vallès Occidental). En las candidaturas individuales figuran Hug Lucchetti (Vallès Oriental), Iñigo Robredo (Baix Llobregat), Jaume Casals (Catalunya Central) e Isa Chacón (Barcelona).
Los retos
Los retos institucionales que se fija la candidatura para los próximos dos años es recuperar fuerza institucional en las elecciones municipales de 2023 en Catalunya, pero también se fijan abordar la participación en las elecciones autonómicas e insulares en el País Valencià y en las Illes.
La candidatura también reivindica que es vigente la cuestión de confianza al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, tal como pactó la formación anticapitalista con ERC en el pacto de investidura: "Este instrumento tiene que representar un punto de inflexión en la correlación de fuerzas de la investidura y lo tenemos que aprovechar para visualizar nuestra estrategia parlamentaria. Situar la organización en las condiciones de ser lo más útil posible de cara a un nuevo ciclo de conflicto político, social y democrático".
También defienden generar un debate "amplio, desde la base" sobre la posibilidad de participar de nuevo en las elecciones españolas, ya que consideran que la decisión de presentarse el año 2019 se tomó en un contexto excepcional y con un margen muy estrecho de votos". También dicen que tendrán que afrontar la opción de participar o no a las elecciones europeas de la primavera de 2014: "Abordarlo con la calidad y el tiempo que merecen es garantía de cohesión en la decisión tomada democráticamente".
Con respecto a los retos movilizadores y organizativos de la formación, creen que es necesario recuperar "el entusiasmo y la participación militante", y encontrar el equilibrio entre el exceso de iniciativa política y la garantía de la calidad del debate y la reflexión: "El papel de la base de la organización y de sus órganos de debate y decisión no acaba en la elaboración de la estrategia política. Va mucho más allá y tiene que ser proactivo y decisivo en la acción política hacia afuera, en los barrios y en los pueblos. No sólo de cara a las elecciones sino, sobre todo, a la hora de generar las bases de un nuevo embate nacional, social y democrático en el país entero. En este sentido, será fundamental no sólo la activación de la organización hacia afuera, sino el trabajo específico y sistemático para prepararnos internamiento como militantes, fortaleciendo nuestras asambleas y los grupos de trabajo," consideran.
Apuntan que estas cuestiones pasan por impulsar una "profunda reflexión organizativa", reactivar el núcleo asambleario de la organización, encajar la actividad telemática, recuperar la alegría de hacer y feminizar la organización.