Descansar y digerir los resultados siempre aporta un poco más de perspectiva. Doce horas después de la noche electoral del domingo, Junts per Catalunya ha empezado a sacar sus propias conclusiones, que después de analizarlas han expuesto en una rueda de prensa Carles Puigdemont -por videoconferencia-, Elsa Artadi y Albert Batet desde su sede de campaña, de la cual por cierto se despedirán en los próximos días. El resumen: toca arremangarse para volver a la unidad estratégica con ERC. 

La lectura del 26-M tiene una cara, la holgada victoria en Europa, y una cruz, el porrazo en Barcelona. En el medio, toda una gama de grises. Desde que nació la marca ahora hace una año y medio, JxCat se ha presentado a cuatro elecciones: el 21-D en el Parlament, el 28-A en el Congreso y en el Senado, y el 26-M en las municipales y europeas. En las dos citas que Puigdemont ha encabezado la candidatura el éxito ha sido rotundo, cuando no ha sido así, la tendencia ha sido a la baja. "Nos hemos presentado a 4 elecciones, nos podemos sentir en gran parte satisfechos", ha expresado el expresident, "somos un espacio sólido que ha venido a hacer política".

El mensaje que desde hoy lanzan con más fuerza Puigdemont y compañía es que "hay que volver a la unidad estratégica del independentismo" después de este ciclo electoral que ha enfrentado a JxCat y a ERC en las urnas. Consideran que su resultado es "todavía más meritorio" porque "hemos llegado hasta aquí después de una carrera de obstáculos que ningún espacio político" ha "tenido". En este sentido, celebran que "mirando el paisaje que tenemos detrás tenemos una fortaleza mejor que los augurios que nos daban".

Ampliar la base en Europa...

A partir de ahora y hasta el 2 de julio que se constituye el Parlamento Europeo empieza la batalla jurídico-legal entre el equipo de abogados que encabezan Gonzalo Boye y Jaume Alonso Cuevillas y el Estado español para conseguir que Carles Puigdemont y Toni Comín se puedan sentar en su escaño de eurodiputados. Ambos están convencidos de que así será. El líder de JxCat se siente con un "aval indiscutible para ir por el mundo", celebra el "hito histórico" de que el independentismo haya alcanzado "prácticamente el 50% de los votos" en las europeas "con un liderazgo clarísimo del exilio".

"El acta de eurodiputado yo ya la tengo, la daban los ciudadanos en las urnas", ha defendido Puigdemont, advirtiendo a "las autoridades electorales" que "lo único que tienen que hacer es tramitar lo que los ciudadanos deciden". JxCat confía en que podrá integrarse en la Eurocámara en el grupo del cual forma parte ERC, la Alianza Libre Europea. "Nada me haría más feliz y sería potentísimo para el país que Junqueras y yo pudiéramos trabajar codo con codo en el Parlamento Europeo", ha afirmado Puigdemont, que lo ha rematado con una frase lapidaria "donde sí que hay que ampliar la base es a nivel internacional". Sobre si vendrá a España para tramitar el acta, ironiza: "veo que hay muchas ganas de que yo vaya a Madrid, no sé si para que yo coja el acta o para que me cojan a mí".

Mano tendida a Maragall (sin Colau)

El éxito de Puigdemont en Europa ha servido en buena parte para maquillar que JxCat ha perdido la mitad de concejales en el Ayuntamiento de Barcelona, de 10 a 5. A pesar de todo, Elsa Artadi pone el foco en los aspectos positivos, "volvemos a tener un alcalde independentista" y emplaza a ERC a "hacer un gobierno municipal 100% independentista". Las conversaciones entre las dos formaciones ya han empezado y desde JxCat mantienen su rechazo a incluir a los comunes en la ecuación.

Durante el turno de preguntas, Puigdemont se ha mostrado visiblemente enojado por la tendencia a etiquetar a ERC de pragmáticos y a JxCat de duros. "Nosotros siempre hemos sido una fuerza absolutamente pragmática, todos tenemos la misma estrategia, la república independiente es tan pragmático defenderla desde de ERC que desde JxCat", ha reivindicado. Ahora, dice, toca que los dos partidos se pongan a trabajar de puertas adentro para recoser la unidad y planear una estrategia de cara a los próximos meses que vaya más allá de "defendernos de la represión".