La respuesta es, otra vez, no. La Corte Civil de Londres deniega al rey emérito Juan Carlos I apelar la sentencia que ya rechazó su inmunidad per los cargos posteriores a su abdicación como rey de España a partir del mes de junio del año 2014. De esta manera, su examante Corinna Larsen tiene recorrido para poder llevar sus denuncias por acoso a juicio cuando finalice toda la investigación. Ahora, a Juan Carlos tan sólo le queda recurrir los hechos del 2012 en el 2014, pero todos aquellos que estén fuera de la condición de rey, que llegan hasta el año 2020, ya es seguro que la justicia británica considera que pueden ser juzgados. Ahora, hace falta que las pruebas que aporten los abogados de Larsen sean convincentes.

El conocido juez Matthew Nicklin, del Tribunal Superior de Justicia británico, ya determinó en un auto del pasado mes de marzo, que Juan Carlos I no disfruta de inmunidad en el Reino Unido después de su abdicación en el 2014 del cargo de Rey de España. Nicklin siempre ha rechazado la afirmación de la defensa del emérito que a pesar de su abdicación su posición constitucional en España significa que sigue siendo 'soberano' y que por lo tanto tiene derecho a la inmunidad personal prevista legalmente. Indica que después de su abdicación, si bien el emérito "ha disfrutado de cierto estatus y privilegios" previstos en el Real Decreto 470/2014, y sigue formando parte de la Familia Real Española con "el estatus especial y sin precedentes de rey emérito" , es igualmente claro que "sólo hay un Rey de España y jefe del Estado de España y, desde el 19 de junio de 2014, este es su hijo, el Rey Felipe VI".

Los planes de Corinna

La antigua amante del rey ya consiguió que la Audiencia británica retirara la inmunidad de procesamiento del rey emérito porque, como cualquier otro ciudadano, después de su abdicación hace ocho años, este ahora puede ser juzgado en un tribunal británico, en este caso por acoso extremo y vigilancia ilegal, y que la alemana alega haber llevado a cabo por funcionarios de los servicios secretos españoles, a raíz de su ruptura sentimental.

La nueva defensa de Juan Carlos tampoco lo consigue

El emérito sabía que no lo tenía fácil e, incluso, cambió su defensa. A pesar de todo, vuelve a ver cómo la justicia británica no cambia de opinión. El nuevo bufete, Carter Rut es un gabinete pequeño, especializado únicamente en derecho internacional y derecho al honor, pero con una gran influencia mundial. Este es un despacho londinense fundado en 1982 y no ha estado exento de polémica últimamente para estar vinculado a los Estados Unidos y al Reino Unido con grandes compañías y oligarcas rusos. Dirigentes de los dos países han acusado el bufete de maniobrar para intentar girar a los tribunales las sanciones contra el Kremlin por la guerra de Ucrania. Y su precedente más famoso también lo liga al poder ruso, ya que tuvo como cliente el gigante Rosneft, a la petrolera pública rusa por excelencia.