La rectificación del Govern para que finalmente se mantenga la evaluación oral de lengua catalana en las competencias básicas que se pusieron en marcha en las escuelas el curso pasado es "insuficiente", en opinión de Junts per Catalunya. Este miércoles, la consellera de Educació cambiaba de opinión y reclamaba al Consell Superior d'Avaluació del Sistema Educatiu (CSASE) que se siga haciendo con una muestra ampliada de 130 centros educativos de primaria y secundaria. Desde la perspectiva de los juntaires, esta "rectificación" es "parcial" porque estas muestras serán "muestrales" y no censales, tal como reclaman.

En paralelo, el partido de Jordi Turull y Laura Borràs ha solicitado una reunión "conjunta y de carácter urgente" con las conselleres Anna Simó (Educació) y Natàlia Garriga (Cultura). Además, han registrado por escrito la solicitud de comparecencia en el Parlament del secretario de Polítiques Educatives, José Ignacio García Plata; el director general de Innovació, Digitalització i Currículum, Joan Cuevas Expósito; y del secretario de Política Lingüística, Francesc Xavier Vila Moreno. En la reunión que los departamentos mantuvieron este miércoles con los grupos parlamentarios, Junts sostiene que detectaron una "falta grave de coordinación" entre ambas conselleries y quieren expresar su "estupefacción": "Es sorprendente teniendo en cuenta que el Govern siempre asegura que pone la lengua en el centro de su acción política". Por todo ello, la portavoz del grupo parlamentario de los juntaires, Mònica Sales, ha advertido que ellos siempre "trabajarán" por la lengua catalana, pero lo que no harán será "validar falsos consensos". Al mismo tiempo, piden al Govern que se dote los centros donde se hagan las pruebas de "todos los recursos materiales y presupuestarios" necesarios para poder llevarlas a cabo.

 

¿Cómo surgió la polémica?

El miércoles, trascendía que el Departament d'Educació había enviado una carta a las direcciones de los centros que tienen que hacer las pruebas orales de catalán que este año no se harían "a ningún nivel" por la "sobrecarga de trabajo por los centros" que suponía la celebración de estas evaluaciones diagnósticas. De esta manera, se acababa limitando la evaluación de estas competencias a los tests de comprensión lectora y escrita en catalán. Unas horas después, Simó pedía mantener la evaluación oral y se ampliaba la muestra para intentar "descargar de tareas de trabajo" estos centros.

Al mismo tiempo, la consellera se comprometió a hacer una revisión "inmediata" de los criterios de evaluación del sistema educativo fijados a inicio de curso y también a potenciar el método de evaluación para las pruebas de 2025 con el objetivo que los exámenes orales sean "más compatibles con la evaluación de las competencias básicas" y las nuevas pruebas diagnósticas.