Un par de semanas antes de publicar el controvertido artículo donde avalaba los indultos y cuestionaba la viabilidad de la vía unilateral, Oriol Junqueras enviaba a la imprenta su último libro Contra la adversidad (Ara Llibres). Se trata de una recopilación de reflexiones vertidas en papel durante 1.300 días de reclusión. Se estructura en tres grandes apartados. El primero, sobre la vida en la prisión, el segundo rebobina en sus recuerdos de infancia y juventud y el tercero es el más jugoso políticamente hablando. Lleva el mismo título que el famoso artículo en el Ara y La Sexta. Mirando al futuro.

Buena parte de los escritos publicados son cartas a sus hijos Lluc y Joana, pero también hay genéricas, a la juventud, a los catalanes. A partir de la relación con los reclusos y el análisis de la actualidad política desde las diversas celdas que ha ocupado desde noviembre de 2017, el presidente de ERC construye un relato que busca empoderar a las nuevas generaciones y que incorpora conclusiones relevantes sobre la estrategia independentista.

"Siempre hemos sabido que este camino pasaba por la prisión", afirma Junqueras en más de un pasaje, a la vez que receta paciencia porque "la batalla democrática será larga". El libro destila aires motivacionales especialmente a los jóvenes que saltaron a la calle para protestar contra la sentencia, de quienes dice sentirse orgulloso. A todos ellos les espolea, haciéndose se suyo el Yes, we can de Barack Obama.

"No defendemos el diálogo por ingenuos"

La apuesta por el giro pragmático que ERC asumió oficialmente a finales de 2019 impregna los escritos de Junqueras, que consciente de las críticas de parte del independentismo, aprovecha para defenderse y atacar al gobierno de Pedro Sánchez. "Nosotros no defendemos el diálogo porque seamos ingenuos, sino porque sabemos que es nuestro deber ante la sociedad y porque es indispensable para que la opinión pública internacional entienda la razón que nos asiste ante las mentiras del PSOE".

El líder de ERC tiene claro, como ya han dicho otros dirigentes del partido a lo largo de los últimos años, que si el PSOE se aviene a la mesa de diálogo es por obligación. "Huyen del diálogo como un vago huye del trabajo". Las críticas a los socialistas no se quedan ahí. Junqueras define el partido de Pedro Sánchez como "el instrumento más útil del deep state, porque tiene unas formas más amables que el PP y puede aparentar una cierta voluntad de diálogo, que momentáneamente tranquiliza a la opinión pública internacional". Es por eso que concluye: "nuestra insistencia a la hora de dialogar desenmascara su hipocresía".

Pulverizar una roca indestructible

Fiel al junquerismo más puro, el exvicepresident se sirve de una metáfora para evidenciar que la perseverancia es la clave de todos los éxitos. Explica como con catorce años, él y su hermano pequeño se peleaban con una gran roca, con picos, escarpas, punzones y almádenas, para intentarla desmenuzar. Frustrados, al cabo de unas cuantas horas su abuelo les preguntó si por lo menos habían podido hacer un poco de polvo. Y les animó. "Por poca que sea, si de las rocas hacemos polvo, las acabaremos por hacer desaparecer. Es sólo cuestión de constancia". Junqueras celebra que finalmente, "gracias al ingenio pudieron pulverizar una roca que parecía indestructible".

Aragonès, roble o encina

Y todavía otra alegoría. Ésta menos explícita, pero que si el lector piensa, se puede trasladar fácilmente a la relación entre Junqueras y su sucesor al partido, Pere Aragonès. Precisamente en un momento donde desde Junts per Catalunya lo acusan de querer tutelar al nuevo presidente.

En una de las cartas, el dirigente republicano rememora el día que el temporal Glòria tumbó el pino mayor de su jardín. Después de reconocer la pena que sintió cuando su pareja y sus hijos se lo comunicaron, comparte una reflexión. "Hace unos veinticinco años, previendo que algún día el pino ya no estaría, planté cerca un roble y una encina. Durante estos años, el gran pino los ha protegido bajo su copa y, ahora, ya están lo bastante arraigados para tomar el relevo con firmeza. Quizás vivirán muchos más años que el pino que los ha precedido, y tal vez serán testigos de alegrías indescriptibles que algún día explicaréis con orgullo a vuestros nietos".

Él, que dice que la prisión ya la preveía, que eligió a Aragonès como mano derecha y que le protegió de posibles consecuencias penales durante la preparación del 1-O, ve ahora como ese roble, esa encina, arraiga en el despacho de president. Quien sabe si, tal vez, para ser testigo de alegrías indescriptibles en forma de República.

En la imagen principal, Junqueras sale de la prisión de Lledoners durante uno de sus permisos. / ACN