"Presidente, me gustaría que no se me interrumpa". En tan solo 20 minutos de declaración del conseller Jordi Turull ante el Tribunal Supremo, el juez Manuel Marchena ha tenido que llamar la atención del fiscal Jaime Moreno porque no le dejaba acabar las respuestas. Ha sido a petición del mismo acusado al tribunal, después de verse sometido a constantes interrupciones.

El fiscal Moreno es conocido por cortar a los acusados mientras declaran para ponerles nerviosos, una circunstancia que ya conocía la defensa porque fue el fiscal del 9-N en el Supremo. Turull ha tenido que pedir a Marchena que le dejara acabar, y el presidente de la sala ha dado un toque de atención al ministerio público para que pueda dar las explicaciones que crea convenientes.

En una ocasión, Marchena también ha tenido que interrumpir al exconseller de la Presidencia, a quien le ha dicho que tiene derecho a "matizar", "argumentar" y "contraargumentar", pero no "aprovechar el interrogatorio de la fiscalía para realizar juicios de valor" sobre las acusaciones.

Como ya hizo con Quim Forn, el fiscal ha vuelto a preguntar a Turull si es socio de Òmnium Cultural. "Soy socio de Òmnium, de Cáritas y del RACC", le ha respondido el exportavoz del Govern, que le ha recordado que "ni durante el franquismo era delito". Se ha mostrado "sorprendido" por la pregunta.