Los testigos han subido el tono durante la sesión de tarde. Han dado más detalles de las cargas policiales para contrarrestar a los testimonios de los policías que cargaron y que dramatizaron su declaración. El cambio de relato ha hecho que, en el caso de algunos testigos, la fiscalía acortara los interrogatorios para que no se les giraran en contra.

La senadora Laura Castel ha explicado que la violencia policial "fue extrema, gratuita e indiscriminada".

Nos apartaron con violencia

"Oí dos disparos y después nos pegaron", ha añadido Castel, que estaba en el Institut Tarragona. Ha relatado la carga una vez la policía ya tenía todo el material. "A un amigo le abrieron la cabeza. Cayó inconsciente al suelo", ha añadido.

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Jordina Carbó, que estaba en el Institut Pau Claris, ha explicado con voz temblorosa la actuación policial y ha remarcado que los Mossos d'Esquadra estaban fuera impidiendo que la gente entrara: "Los Mossos d'Esquadra hacían un cordón para que la gente no entrara".

Dentro del punto de votación, la policía destrozó las instalaciones, ha explicado: "Le decía a la policía que pararan. Seguían dando golpes a las mesas con los mazos. Lo rompían todo".

Vi como un agente de la policía fue hacia una chica embarazada

"No sabía que el Constitucional había suspendido el referéndum", ha dicho también Carbó siguiendo el mismo relato que los otros testigos, y ha añadido que ver que había urnas "fue una sorpresa".

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Nunca vi a nadie pegar a un policía

A preguntas de Vox sobre el papel que jugaron los Mossos, Jordi Salvadó ha dicho que "estaban allí", esquivando si era con actitud activa o pasiva, que es lo que perseguía saber la acusación popular. Y así ha relatado la actuación policial: "Ya tenían las urnas, y cargaron contra la gente igualmente. Los agentes daban golpes de porra a mucha gente y los arrastraban por el pelo".

Juicio proces Supremo Jordi Torrent

En Sant Cebrià de Vallalta "se cerraron las puertas del colegio y la gente se sentó en el suelo con las manos arriba gritando 'queremos votar' y los policías empezaron a pegar a la gente y sacarla para poder entrar en el colegio", ha explicado Jordi Torrent. Eso fue una primera intervención con 25 policías. Pero al cabo de una hora, llegaron más de 200 policías que acabaron entrando en el punto de votación tirando puertas abajo buscando las urnas. En Sant Cebrià se llevaron también los ordenadores. Era el único lugar para votar en el pueblo.

St Cebria de Vallalta gema|yema 3

"Había más antidisturbios que gente en la plaza", ha explicado de manera contundente el alcalde de Fonollosa, Eloi Hernández. "Esposaron a un chico joven que no había hecho nada. Lo tuvieron 15 minutos humillado en medio de la plaza", ha ido relatando durante una declaración donde ha expuesto que en todo momento la gente estaba de manera pacífica, pero que gritaron cuando empezaron las cargas.

No podía creer lo que pasaba

"La operación policial no paró y rompieron las puertas del ayuntamiento para buscar la urna", ha lamentado el alcalde.

Todos los testigos han reforzado la idea de que "los únicos que pegaron fueron los agentes de la policía española". Antoni Forteza, el último testigo de las cargas del 1-O, abogado que intercedió por algunos de los retenidos, y que también acabó herido, lo ha relatado y ha añadido: "Fui a buscar la toga para intentar acercarme a la puerta y me volvieron a echar a golpes".

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Forteza ha frenado las preguntas de las acusaciones cuando ha dicho que la escuela estaba cerrada y con un fuerte cordón policial que la blindaba. La fiscalía ha desistido y el resto ni lo han intentado.