El desfile de los testigos en el Supremo se está convirtiendo en un auténtico lío a raíz de la largada de algunos de los interrogatorios que hacen saltar por los aires las previsiones del tribunal. La cuarta semana de juicio se ha abierto este lunes con cuatro horas de interrogatorio al exsecretario de Estado de Seguridad del gobierno del PP, José Antonio Nieto, que se ha zampado toda la mañana, y de rebote a los otros tres testigos que había previstos. El primero de la cola, el exdelegado del gobierno en Catalunya Enric Millo, uno de los protagonistas de la política catalana en la respuesta del Estado al procés y la aplicación del 155.

Con el colapso de la mañana, el tribunal ha tenido que reprogramar la agenda y ha anunciado que a primera hora de la tarde las declaraciones se reanudarían con Millo. No obstante, con la comida se han reorganizado de nuevo las intervenciones y en lugar de Millo, Marchena ante la sorpresa de buena parte de la sala ha llamado a declarar al presidente del Parlament, Roger Torrent.

Después de desaparecer de la tarde con la misma agilidad que de la mañana, Millo ha acabado aterrizando a las previsiones de este martes, a las 9,30. Le seguirá Juan Antonio Puigserver, exsecretario general técnico del ministerio del Interior, y la exconsellera de Presidència Neus Munté.

Todo ello obligará a aplazar uno de los platos fuertes del juicio que tenía que abrir el interrogatorio del martes, el coronel de la Guardia Civil, Diego Pérez de los Cobos, al cual el exministro Juan Ignacio Zoido hizo responsable sin ningún tipo de sutileza de las decisiones en torno al dispositivo policial que se adoptaron el 1-O.

Por el contrario, con la intervención de Torrent, se ha cambiado de tema en el Supremo y se ha abierto a las 4 de la tarde el capítulo dedicado al Parlament. Aparte del alegato de Torrent ante el tribunal, el interrogatorio al presidente de la cámara ha dado pie a una clase magistral del presidente de la sala, Manuel Marchena, sobre lo que ha descrito como "el ejercicio del principio de contradicción". El efecto de este principio es que se ha impedido las defensas interrogar al testigo sobre cualquier tema que no fuera aquel por el cual había sido convocado por la acusación popular. Las protestas de los letrados se han cerrado, no sin dificultades, con un "no me discuta" de Marchena.

Acto seguido han llegado los miembros de la Mesa, el dirigente de Ciudadanos José Maria Espejo Saavedra y el socialista David Pérez. Este último ha cerrado el interrogatorio con una cascada de 29 "efectivamente" y 9 "no recuerdo" concentrado en 15 minutos, tras los cuales ha hecho entrada al exletrado mayor del Parlament Antoni Bayona y el secretario general de la Cámara, Xavier Muro, que se ha convertido en el primer testigo que declaraba sin mostrar su rostro.

Antes de que Marchena levantara la sesión, el abogado de la defensa Jordi Pina ha querido advertir al presidente de la sala que el testimonio de Pérez de los Cobos será largo y se podría repetir la situación de hoy, con la diferencia que Nieto era el primero del día, y de los Cobos ha quedado incrustado en medio de la jornada. El no se preocupe con qué ha respondido Marchena, asegurando que todas las partes tendrán el tiempo que les haga falta para interrogar no ha hecho más que confirmar que las previsiones para mañana són de nuevo lío de testigos.