"Me considero un preso político; es un juicio político", ha empezado Jordi Sànchez. "Todos los hechos que denuncian las acusaciones son falsos", ha proseguido, y después ha justificado por qué respondía a la fiscalía: "No tengo ningún temor a responder".

El interrogatorio a Sànchez ha girado en torno a los coches, la concentración y en intentar probar que él fue responsable de este "tumulto". Los daños en los coches son la única carta que tiene el ministerio fiscal para intentar probar la rebelión y la implicación de Jordi Sànchez y Jordi Cuixart en el procés judicial.

Jordi Sànchez ha negado la violencia y ha explicado por qué acabaron subiendo a los coches de la Guardia Civil para desconvocar. La ANC desconvocaba a las 00 h y ante los últimos manifestantes decidieron hacer el llamamiento a marcharse.

También ha detallado que el llamamiento a la movilización permanente era cívico y con "espectáculos" en la plaza Catalunya.

Lo que sí ha admitido Sànchez es que no pidió permiso para subir a los vehículos, aunque declaró todo lo contrario a la jueza Carmen Lamela. Jordi Sànchez ha dicho que le traicionaron los nervios durante la declaración en la Audiencia Nacional.

Las armas

Sànchez ha revelado que es el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, quien le pide colaboración. El expresidente de la ANC no ha podido concretar cuántas veces habló con Trapero pero sí ha detallado tres. La primera para hacer el pasillo y dos más donde se comunica que ya está hecho.

Hay otro bloque de llamadas "que fue el más intenso emocionalmente", ha dicho, cuando el teniente de la Guardia Civil le comunica que dentro de los coches policiales había armas largas. "Eso a mí me generó una tensión como pocas veces he vivido". Sànchez comunicó que no era su responsabilidad proteger las armas.

Jordi Sànchez ha explicado un tercer bloque de llamadas en el momento que la comitiva judicial tenía que salir. Pidió a los voluntarios dejar de proteger los vehículos porque eran más de las doce de la noche. La Guardia Civil nunca hizo ningún gesto para sacar las armas.

"El orden público estuvo bajo la responsabilidad de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil. Eso era el servicio garantizado de orden público por los cuerpos y las fuerzas de seguridad del Estado y una labor muy diferente es la responsabilidad de los convocantes al ofrecer un mínimo de servicio de orden para facilitar que todo se desarrolla con normalidad y para que haya una interlocución con los cuerpos y fuerzas de seguridad", ha expuesto.

Yo no me veía capacitado para desplazar una concentración de miles de personas

Sànchez ha querido concretar que no se estaba dificultando la acción de la comitiva judicial. "No hubo ningún caso en que dejaran de estar presentes en el registro por la concentración por la movilización". "La comitiva judicial hizo toda su tarea; no lo digo yo, lo dice la Guardia Civil durante su declaración ante la jueza Lamela".

Sànchez se ha mostrado firme en que no era responsable de la movilización ni podía desconvocarla: "Yo con un megáfono no soy capaz de desmovilizar aquella concentración". A lo que el fiscal ha replicado: "Pero sí lo hizo por la noche". Y Sànchez ha dicho que lo hicieron desde el escenario una vez ya estaba todo reorganizado.

No se preparó ningún asalto al edificio

"No hay ni un segundo de aquellas imágenes que pongan en riesgo la comitiva judicial", ha remachado Sànchez amparado con los vídeos de las cámaras de seguridad de dentro y fuera de la conselleria.

Jordi Sànchez ha dicho que no es normal que la secretaría judicial saliera por el edificio del lado pero que la secretaria no quiso salir por la puerta principal porque "tuvo la percepción de que no era seguro".

Los coches

"Cuando llegué ya había una muralla humana y no vi los vehículos", ha dicho Sànchez. "Desde la puerta hasta donde estaban los vehículos ya estaba muy repleto. No me fijé en los vehículos hasta más tarde", ha concretado.

"Vi vehículos dañados pero no es ajustado ni proporcionado creer que una acción concreta criticable por parte de pocos individuos sea la excusa para criminalizar, penalizar, una movilización de 40, 50, 60 mil personas que estaban presentes", ha dicho Sànchez provocando la siguiente réplica del fiscal: "No se penaliza la movilización, sino los resultados".

"No son siete vehículos dañados, sino seis. Y no le quito importancia", ha dicho Jordi Sànchez a preguntas del fiscal, que ha vuelto a poner sobre la mesa los 7 coches de la Guardia Civil con daños.

"No hubo ningún momento concreto en que se produjeron los daños", ha dicho Sànchez cuando el fiscal le ha cortado sonriedo diciendo que quizás se había seleccionado la información.

Sànchez ha insistido en que los daños se produjeron a lo largo de la jornada y que en ningún momento nadie abrió ni intentó entrar en los vehículos.

Yo no asumo la seguridad de nada

"Yo era el responsable del pasillo, que es lo que se me pidió", ha matizado Jordi Sànchez ante la insistencia del fiscal al hacerlo responsable de la seguridad de la mobilización del 20 de septiembre. "Cuando me informan de que hay armas en los vehículos asumo que un grupo de voluntarios se ponga en torno a los vehículos", ha expuesto, también. "Asumí, no sé si con acierto o no, que los voluntarios de la ANC pusieran toda su obstinación en que hubiera un pasillo para poder transitar".

"La Guardia Civil decidió quedarse en Economía hasta que no se pudieran retirar los vehículos dañados", ha remarcado Sànchez, y ha negado rotundamente la violencia, la base del delito de rebelión del que se le acusa.

No hubo violencia ni disturbios

"La movilización se hizo para protestar contra una decisión judicial: la protesta forma parte de una sociedad democrática", ha explicado Jordi Sànchez sobre la concentración que hubo delante del Departamento de Economía el 20 de septiembre mientras se hacían los registros y después de las detenciones de los altos cargos.

"Las actuaciones judiciales generaron mucha indignación. Y los ciudadanos tenemos derecho a protestar", ha dicho.

El fiscal Jaime Zaragoza ha preguntado cuántos "twitters" hizo aquella mañana, presentándolo como el instigador de la manifestación en la que basan la tesis de la acusación de violencia y rebelión.

"Cuando convocamos una manifestación siempre somos muy escrupulosos al comunicarlo a la administración y asumir la responsabilidad del servicio de orden", ha detallado Jordi Sànchez, que se ha encallado a lo largo de toda la comparecencia en los detalles.

Jordi Sànchez ha ido relatando lo que pasó aquel día y cuál fue su papel a través de las preguntas del fiscal: "Mi imagen es muchos medios de comunicación en la puerta y representantes públicos e hice un llamamiento a situarnos unos metros más abajo, en Gran Vía, donde ya se había cortado la circulación".

Sànchez ha explicado que cuando llega intenta ponerse en comunicación con los responsables de mediación de los Mossos: "Me indican que están dentro de la sede de Vicepresidència y yo solicito entrar. Los agentes que están en la puerta me piden que me identifique y al cabo de pocos minutos dijeron que no tenía autorización para acceder y me marché porque tenía una reunión de trabajo".

Junqueras

Oriol Junqueras también habló con Jordi Sàncehz. Según el expresidente de la ANC hablaron cuando el exvicepresicent le llamó para conocer la situación y para valorar su visita a la Conselleria de Economia como acabó pasando.

La manifestación y los voluntarios de la ANC

Sànchez vuelve a las 13 h a la sede de Economía. Y es aquí donde se habla de habilitar un pasillo para dejar entrar a la comitiva judicial que tenía que llevar detenido a presenciar el registro a Josep Maria Jové. Jordi Sànchez ha revelado que es Joaquim Forn quien le pide el pasillo.

Teníamos un servicio de orden que en nuestro argot son los voluntarios

"La petición de Forn es para utilizar el servicio de orden y garantizar que desde el interior de la conselleria y hasta fuera para dar un paso. La movilización nos sorprendió a todos por la gran respuesta que tuvo. Hicimos una previsión de 2.000 personas, porque era una convocatoria de una mañana de día laborable" ha concretado y ha bromeado sobre los datos de la manifestación: "Por primera vez en la historia la acusación pone más manifestantes que la Guardia Urbana. Guardia Urbana dice 40.000 y fiscalía habla de 60.000. Nosotros nunca damos cifras". Con todo el fiscal le ha reprochado que dijo que había 50.000 personas.

La hoja de ruta

Sànchez ha dicho que conoce el Llibre Blanc. "Sé que es un material con una voluntad de dibujar escenarios desde una visión retrospectiva y académica", ha expuesto para mostrar el documento más como un informe analítico que como una hoja de ruta.

"Las hojas de ruta son elementos de declaraciones de intenciones, declaraciones políticas que tienen el valor que tienen," ha concretado quitándole valor al documento.

La hoja de ruta de la ANC es un documento normal. Todo el mundo utiliza hojas de ruta. Incluso el presidente Pedro Sánchez

Jordi Sànchez, que ha declarado con un lazo amarillo en la solapa, el mismo que lleva desde el primer día del juicio ha apelado a las "muestras de civismo y la no violencia de las grandes manifestaciones con centenares de miles de personas".

Y ha concretado que la ANC apelaba a unas "formas cívicas no violentas de manifestación".

La fiscalía se tiene que centrar en este interrogatorio en la rebelión y a demostrar la violencia, que es de lo que se acusa a Sànchez, y no en la malversación imputada a los miembros del Govern y en lo que el ministerio público ha de centrar la línea de acusación con los consellers.