El juicio al mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, la intendente Teresa Laplana, el ex-secretario general de Interior César Puig y el ex-director general de la policía Pere Soler se hará a la Audiencia Nacional, en la Sala de lo Penal, y estará presidido por la magistrada Concepción Espejel. Con ella, Juan Ramon Sáez y Francisco Vieria conforman el tribunal.

La magistrada recusada del caso Gürtel por sus amistades peligrosas con el PP y la que condenó a Valtònyc, preside ahora el juicio en la cúpula de los Mossos por los hechos del 20-S y el referéndum del 1-O. En contraposición está el magistrado ponente, Juan Ramon Sáez, uno de los jueces más escorados a la izquierda del tribunal. De hecho, algunos círculos lo definen como "el juez antisistema" de la Audiencia Nacional. El tercer miembro del tribunal es Francisco Vieria, magistrado de cariz conservador, que decanta la balanza.

Concepción Espejel, la presidenta

Espejel estaba llamada a juzgar el caso Gürtel pero la recusaron por su proximidad y amistad con dirigentes del PP como María Dolores de Cospedal. Preside la sala de lo penal desde que Fernando Grande-Marlaska, que actualmente continúa como ministro de Interior, la dejó vacante. El nombramiento de Espejel fue criticado por el sector progresista mientras que la nueva presidenta fue avalada con los votos del presidente del Tribunal Supremo y del CGPJ, Carlos Lesmes, y de los vocales Ángeles Carmona, Nuria Díaz, Juan Manuel Fernández, Rafael Fernández Valverde, Fernando Grande-Marlaska, Carmen Llombart, José María Macías, Juan Martínez Moya, Gerardo Martínez Tristán y Wenceslao Olea.

Entre los casos que ha instruido hay el de la jefe provincial de la Falange de Guadalajara, que apuñaló con una navaja hasta tres veces a un joven de izquierdas. Espejel lo condenó a dos años por lesiones y en la sentencia argumentó que la intención del falangista no era matar sino lesionar "en especial si tenemos en cuenta que la víctima es una persona delgada, con menor resistencia por lo tanto a la penetración, cosa que denota la escasa contundencia del impacto".

También llevó el caso Valtònyc. Fue la presidenta del tribunal y ponente y lo condenó a 3 años y medio de prisión por enaltecimiento de terrorismo, apología al odio, incitación a la violencia e injurias en la corona en la letra de sus canciones.

La magistrada empezó su carrera en Catalunya. El 21 de noviembre de 1986 cogió posesión del cargo de juez de primera instancia e instrucción de Valls (Tarragona), en el que permaneció hasta junio de 1987, al ser ascendida a la categoría de magistrado. En julio de este mismo año fue nombrada magistrada de la Audiencia Provincial de Tarragona y en septiembre de 1990 pasó a ocupar la presidencia de la Sección Segunda de la mencionada Audiencia de Tarragona. De julio de 1995 a diciembre de 1999 fue magistrada de la Audiencia Provincial de Segovia, desde donde pasó a ocupar la presidencia del Audiencia Provincial de Guadalajara, cargo por el que fue nombrada por el Pleno de CGPJ en diciembre de 1999.

En septiembre de 2008 fue nombrada vocal de Consejo General de Poder Judicial, cargo que dejó diciembre de 2013. Durante su mandato formó parte de las comisiones de Calificación y de Estudios e Informes, donde fue vocal territorial por Castilla-La Mancha y vocal delegada para los órganos de Vigilancia Penitenciaria y para el Foro de Inmigración. Reincorporada al servicio activo en enero de 2014, Concepción Espejel pasó a ocupar la plaza de presidenta de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, destino en el que continúa en la actualidad.

Juan Ramon Sáez, el ponente

Juan Ramon Sáez ha sido el ponente del caso desde que Carmen Lamela cerró la instrucción. El mundo judicial lo considera un juez de izquierdas. Fue vocal del Consejo General de Poder Judicial a propuesta de Izquierda Unida (IU) y fue el ponente de la resolución donde se absolvió a los asaltantes en Parlamento en el año 2011 al considerar el asedio como libertad de expresión.

Sáez se ha dedicado muchos años a investigar sobre el derecho procesal penal, los derechos humanos, la justicia universal y los crímenes internacionales, los derechos de los extranjeros y de las víctimas, la justicia restaurativa y mediación. Y ha escrito varios artículos sobre cuestiones relacionadas con la memoria histórica y ha defendido la nulidad de las sentencias de los tribunales franquistas y la aplicación de la legalidad internacional a los crímenes de la dictadura.

Como vocal del Consejo General de Poder Judicial en los años 90, Sáez Valcárcel dijo que "la ocupación de viviendas no tenía que ser delito". Durante aquella época fue también presidente de la Asociación Pro Derechos Humanos y fue uno de los magistrados defensores de Baltasar Garzón cuando este decidió investigar los crímenes de franquismo.

Si miramos los casos que juzgó, está el de la excarcelación del secuestrador de José Antonio Lara, el etarra Iosu Urribetxeberria Bolinada el año 2012, por una enfermedad terminal. También fue el ponente de la sentencia donde se absolvió el pasado mes de junio a cuarenta acusados de pertenecer a Segi, la conocida como cantera de los cachorros de ETA. Ramón Sáez Valcárcel fue el quinto juez con la puntuación más alta de toda España y el número uno de la Audiencia Nacional en las evaluaciones que hizo el CGPJ.

Junto con Concepción Espejel se presentó a ocupar la vacante en la Sala Segunda del Tribunal Supremo el diciembre pasado. Pero ninguno de los dos obtuvieron la plaza.

Francisco Vieria, el verdugo de Garzón y Carmena

Accedió a la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional después de 10 años de presidir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Fue elegido el 23 de diciembre de 2008 presidente de Tribunal Superior de Madrid por 14 votos de 21, entre el grupo de los vocales propuestos por el PP. Compitió con Manuela Carmena, que sólo consiguió tres votos.

Durante su presidencia en el Tribunal Superior de Madrid, Vieira asumió la ponencia de las escuchas ordenadas el exjuez Baltasar Garzón a los imputados del caso Gürtel cuando se entrevistaban en la prisión con sus abogados. La resolución avanzó argumentos después utilizados por el Tribunal Supremo para inhabilitar a Garzón. También fue el magistrado que dio la ponencia que apartó del caso de la caja B del PP al juez José Ricardo de Prada. El juez más odiado por los populares que lo consideraban progresista y a quienes no gustó nada su sentencia sobre la primera época de la trama Gürtel de la cual fue ponente.

De cariz conservador, Vieira decanta el tribunal que ha juzgado a Josep Lluís Trapero.