El juicio por el 9-N al president Artur Mas y las exconselleres, Joana Ortega e Irene Rigau, ha sido la ocasión para mostrar una imagen de unidad del soberanismo casi sin precedentes, después de meses de difíciles negociaciones y enfrentamientos a raíz de la negociación de los presupuestos y el referéndum. Unidad y capacidad de movilización: más de 40.000 personas, según fuentes de la Guardia Urbana de Barcelona han respondido a la convocatoria de las entidades soberanistas y se han concentrado desde primera hora de la mañana ante la sede del Tribunal Superior de Justícia de Catalunya.

Este lunes, los partidos soberanistas -no sólo independentistas- han hablado con una sola voz y han custodiado a Mas, Ortega y Rigau hasta las puertas del TSJC. Así lo reflejan el sentido de las intervenciones ante la prensa en el paseo Lluís Companys.

El president Carles Puigdemont ha sido el primero en dirigirse a los catalanes con un mensaje institucional desde el Palau de la Generalitat: "Hoy muchos nos sentimos juzgados y expresaremos nuestra indignación para llevar a juicio un asunto político", ha exclamado.

Puigdemont ha recibido después a Mas, Ortega y Rigau y, junto con la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, han iniciado a pie el trayecto desde plaza Sant Jaume hasta la sede del TSJC.

Solidaridad soberanista

Los dirigentes de las entidades organizadoras de la concentración están más que satisfechos con la respuesta de la ciudadanía. Desde primera hora de la mañana, la avalancha de personas que se han concentrado en el paseo Lluís Companys ha superado las expectativas.

Desde Òmnium, Jordi Cuixart ha exclamado que "hoy es un día triste para la democracia del Estado español" y el presidente de la Associació Catalana de Municipis, Miquel Buch, ha advertido: "Si España amenaza con precintar escuelas, abriremos bibliotecas y si no pabellones y plazas".

Desde el PDeCAT, Marta Pascal ha descrito la situación como "positiva a pesar del trasfondo agridulce del juicio". "La gente quiere vivir en libertad plena. Nosotros hoy lo que hacemos es acompañar. Estamos ante una respuesta positiva, de sonreír. Todo el mundo tiene que ser consciente de lo que está pasando hoy aquí", ha afirmado.

"Hoy tendrían que tomar nota los ciudadanos de todo estado español. El referéndum lo haremos seguro. Cosas como estas demuestran que el Estado está desbordado", ha añadido el compañero de partido, Jordi Turull.

Desde la CUP, Mireia Boya ha advertido que "el referéndum es inevitable" y ha afirmado que la CUP apoya a los encausados en un juicio que "juzga a 2,3 millones de personas".

La republicana Marta Rovira ha dicho que "Esta legislatura es la de referéndum vinculante. Tenemos este mandato y la oportunidad de hacer uno". Además, ha remarcado la respuesta de la ciudadanía: "Esta gente la seguiremos teniendo hasta el final. Los ciudadanos de Catalunya se sienten soberanos".

La delegación de EH Bildu

Maddalen Iriarte, diputada de EH Bildu, ha asegurado en declaraciones a El Nacional que el pueblo catalán ha dado hoy una lección de democracia y ha asegurado que la movilización catalana es un ejemplo para el pueblo vasco que tiene que seguir el mismo camino. "Hoy quieren castigar la democracia", ha afirmado.

Iriarte cubrió la consulta del 9-N trabajando como periodista y ha recordado "la gran ilusión" que percibió.

Iriarte forma parte de la delegación que EH Bildu ha enviado a Barcelona, junto con Marian Beitialarrangoitia y Jon Iñarritu.