El exministro y exlíder del PPC, Josep Piqué, ha cargado duramente este martes contra el independentismo y el proceso. Durante una conferencia en el Círculo Ecuestre organizada por Sociedad Civil Catalana, Piqué ha criticado que desde el soberanismo "a menudo se insulta al discrepante" y que eso provoca episodios como lo que han denunciado los fiscales del caso del 9-N.

"Son capaces de llamar fascista a la fiscal del TSJC. No hay más fascista que eso, porque un fascista no admite la discrepancia", ha lanzado, añadiendo que "si un fascista es el que no admite la discrepancia, en Catalunya me da la impresión que tenemos demasiados fascistas". Además, ha asegurado que "demasiado a menudo" en la política catalana "se contrapone ley a democracia". "Hacerlo es la antesala del autoritarismo político", ha dicho, apuntando que, sobre todo, cuando viene "de una minoría que puede ser muy efímera que contrapone la eventual voluntad de una mayoría limitada a la ley".

Durante su breve intervención, Piqué ha reivindicado unas "instituciones de todos y al servicio de todos los ciudadanos", al considerar que en Catalunya el soberanismo no lo hace así y "prostituye" estas mismas instituciones "poniéndolas al servicio de un proyecto político". "En Catalunya ya lo vivimos el 6 de octubre del 34. Y ahora se están poniendo las instituciones al servicio de un proyecto político de una minoría", ha añadido comparando así el clima actual con el de la instauración de la II República y el estallido de la Guerra Civil posterior.

Con todo, Piqué se ha querido mostrar "optimista" y ha asegurado que "hay una buena noticia" para la política catalana. "El independentismo como proyecto político está derrotado. No tiene apoyo amplio como para ser irreversible, no ha construido un liderazgo identificable para tener una interlocución, y no tiene la más mínima simpatía internacional", ha lanzado.