El cardenal arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, ha confirmado este jueves que hizo de "puente" y de "correo" entre Mariano Rajoy y Carles Puigdemont durante el otoño del 2017. Omella ha explicado en declaraciones en El Matins de TV3, que él se ocupaba de "llevar la preocupación de uno y del otro" para ayudar un poco en el diálogo entre los dos gobiernos, y ha lamentado que finalmente no saliera bien.

"Hice mi esfuerzo por ayudar, porque a mí lo que me preocupaba sobre todo es la convivencia y la no confrontación, ir juntos a una solución. Eso es lo que intenté hacer de un lado y del otro", ha argumentado el arzobispo. Al preguntarle si lo hizo por iniciativa propia, se ha quedado en silencio unos segundos y ha acabado respondiendo que "de algún modo sí".

"Presté mi persona y dije: 'Si puedo colaborar, yo encantado de ayudar a esta sociedad que tanto amo'", ha explicado Omella, que ha subrayado que él sólo buscaba "la comunión, el puente de unión y la no confrontación" entre las dos partes. Su "puente", ha dicho, fue "pequeño", más que el del lehendakari, Íñigo Urkullu, que está en contacto con la política y tiene "más elementos por acompañar" en este tipo de situaciones.

"Tenemos que ir conjuntamente"

El cardenal ha reivindicado que Catalunya es una sociedad "emprendedora, preparada y con unas posibilidades de futuro impresionante". "No se puede romper eso. Tenemos que ir conjuntamente", ha defendido. Ha puesto de ejemplo el esfuerzo conjunto para conseguir los Juegos Olímpicos de Barcelona, y ha apostado por hacer una "coordinación" de todos los proyectos a pesar de las diferencias. A su parecer, eso sería "impresionante, una bomba atómica," porque "la comunión ayuda a resolver todos los problemas".

Al preguntarle por qué su puente se rompió, Omella ha hecho una comparación con el caso de dos hermanos que se pelean y sus padres hacen de mediadores. "Dan consejos, pero después ellos hacen lo que quieren, tienen su criterio. Yo respeto", ha indicado.

Omella ha explicado que él no ha hecho copia de las comunicaciones, porque es "discreto" y prefiere guardarlo en su memoria. Ha añadido que quizás un día, si tiene una vida larga, acaba escribiendo sus memorias, pero sin publicarlas, porque no quiere pasar a la historia como un hombre importante ni tampoco poner en mal lugar a algunas personas que ha conocido y tratado.