El Gobierno de Israel ha respondido en catalán a la decisión de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de romper las relaciones con Israel y de suspender la hermandad con Tel Aviv, y ha asegurado que esta decisión "no conseguirá estropear la amistad mutua". Ha advertido también que con la ruptura se refuerza a "extremistas, grupos terroristas y antisemitas". Las declaraciones las ha realizado el portavoz del Ministerio de Exteriores israelí, Lior Haiat, en un posicionamiento oficial.

"La declaración de la alcaldesa de Barcelona sobre la suspensión de las relaciones con el estado de Israel y con la ciudad de Tel Aviv es una decisión lamentable que está totalmente en contra de la opinión de la mayoría de los ciudadanos de Barcelona y de sus representantes en el Ayuntamiento. La decisión es un refuerzo para extremistas, grupos terroristas y antisemitas, y está en contra de los intereses de los ciudadanos de Barcelona. Hace muchos años que la amistad entre Israel y Barcelona está basada en una cultura y unos valores compartidos. Esta penosa decisión no conseguirá estropear esta amistad", ha indicado.

Mientras tanto, la Comunidad Israelita de Barcelona, que reúne a los judíos de la capital catalana (no se debe confundir israelita con israelí) ha plantado este miércoles a la alcaldesa, después de su decisión de romper las relaciones con Israel y suspender la hermandad con Tel Aviv. La Comunidad Israelita ha decidido no asistir a la entrega de las distinciones a entidades e instituciones centenarias de la ciudad. Esta era la primera edición de la concesión de esta distinción que a partir de ahora se otorgará anualmente, pero ha nacido con evidente polémica por la actitud de Colau.

El alcaldable de Junts, Xavier Trias, ha criticado la decisión de Ada Colau y ha subrayado que la ciudad lo que tiene que hacer es "trabajar por la concordia". "Es un grave error [la ruptura de Colau]. Este es uno de los motivos, entre muchos otros, por los que es necesario un cambio en el Ayuntamiento. Barcelona tiene que trabajar por la concordia, sin sectarismo, evitando la confrontación y apostando por el diálogo y el acuerdo", ha apuntado. Las entidades projudías han reaccionado con indignación a la decisión de la alcaldesa y algunos han lamentado que ataque a los judíos con un objetivo electoral de cara a las elecciones municipales. La Associació Catalana d'Amics d'Israel (ACAI) ha tildado la decisión de Colau "de acto xenófobo", y ha recordado que ha sido una decisión personal que no ha pasado por el pleno del Ayuntamiento. "Por decreto y sin pasar por el pleno, la alcaldesa Colau ha tomado la decisión de discriminar a los ciudadanos de Tel Aviv en razón de su origen. Un acto xenófobo que hace del gobierno de la ciudad de Barcelona un gobierno xenófobo y antidemocrático", ha indicado.

Otros han recordado que en Barcelona viven muchos israelíes y se han preguntado qué pensarán de la actitud de Colau, como la presidenta de Amics dels Calls, Carme M. Vinyes Ferrer. "Si los comuns supieran la cantidad de israelíes que viven en Barcelona (especialmente en Gràcia), dirían y harían menos tonterías. Qué vergüenza tan insoportable. Fuera el antisemitismo de las instituciones", ha manifestado.

La cuestión ha salido rápidamente en la escena internacional y el Congreso Judío Latinoamericano, con gran influencia en Argentina y otros países, ha ubicado la decisión de Colau en las iniciativas "a favor del odio". Barcelona y Tel Aviv tienen mucho en común. Dos ciudades caracterizadas por su cultura y diversidad y hermanadas desde 1998 mediante una resolución oficial que hoy pretenden revertir. Repudiamos esta iniciativa, que atenta contra los valores compartidos a favor del odio", ha manifestado.