El Gobierno español vuelve a presionar al Gobierno de Israel, presidido por Benjamin Netanyahu, para que haga una declaración contra el reconocimiento de la República catalana. El embajador de España se ha dirigido en este sentido tanto al gabinete del primer ministro como al Ministerio de Asuntos Exteriores israelí, según informa hoy el diario Jerusalem Post. Hasta hoy, sin embargo, casi tres días después de la declaración de independencia aprobada por el Govern, Israel no ha accedido a las peticiones españolas.

Según Jerusalem Post, Israel por ahora no pasará de esta posición de neutralidad, que es más próxima a las posiciones catalanas que la oposición expresada por Alemania y Francia contra la República catalana. Ir más allá en estos momentos lo califica de "improbable".

El diario analiza que Israel ha defendido la independencia del Kurdistán, pero matiza que, en contraste con el caso catalán, allí tiene un interés estratégico para que exista un Estado kurdo en el Oriente Próximo.

El presidente de Israel, Reuven Rivlin, tiene programada una visita oficial a España para el domingo de la próxima semana, en oacsión del 30º aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, y eso puede introducir cambios en los posicionamientos.

En medios políticos israelís no ha caido bien que el embajador realizara las gestiones des de Tel-Aviv, donde radica la embajada, y no des de Jerusalén, donde reside el gobierno israelí, que España no reconoce como capital. En Jerusalén España tiene un consulado.