El informe de la comisión del Parlamento Europeo que investiga el uso de Pegasus en el continente ha dado un nuevo paso adelante este martes. El borrador, que se dio a conocer al principio de noviembre, analizaba el espionaje con este programa en diferentes países europeos (también en España y en Catalunya) y señalaba directamente al Estado como responsable del CatalanGate. Con 159 páginas, el informe advierte que, en relación a los casos que afectan a los políticos catalanes, no se puede establecer cuál habría sido la amenaza a la seguridad nacional que esgrime el Gobierno para justificar el uso de Pegasus contra los independentistas. Sin embargo, en sus conclusiones era nítido: "Basándose en una serie de indicadores, se asume que la vigilancia de los objetivos catalanes se llevó a cabo por parte de autoridades españolas, principalmente en relación con el 1 de octubre del 2017, día del referéndum de independencia de Catalunya, y acontecimientos posteriores".

En el momento de publicarse este informe preliminar, ya se lamentaba de que el Gobierno había proporcionado muy poca información sobre el uso que ha hecho de Pegasus en relación con los 65 líderes independentistas espiados. Y la ponente del documento, la eurodiputada Sophie in 't Veld, ha recuperado estos reproches hoy, cuando se ha presentado el informe final ante los grupos de la Eurocámara. "El problema es que no recibimos bastante información por parte de las autoridades", ha señalado. El texto también se refiere a otros casos de ciberespionaje ocurridos por todo el continente, como a Polonia y Hungría.

El silencio de los gobiernos estatales y su manía para esconder esta información, en ningún sitio de facilitarla en la Unión Europea con el fin de poder aclarar sus usos, ha obligado a los responsables del comité a buscar fuentes alternativas, como periodistas de investigación y organizaciones para los derechos humanos. La misma In 't Veld se ha justificado responsabilidad los gobiernos nacionales de haber obligado al Parlamento Europeo a dar este paso. "Los estados han rechazado dar información y hemos tenido que priorizar otras fuentes", ha señalado. Sobre la calidad de las pruebas que demuestren el espionaje, la ponente ha admitido que "faltan piezas del puzzle", pero ha remarcado que "hay material suficiente para que quede claro lo que está pasando". El texto tendrá que pasar ahora el trámite de enmiendas y se discutirá entre los grupos.

Populares y socialdemócratas hacen oposición

La eurodiputada de los Países Bajos se ha tenido que justificar así frente a las críticas que han llegado de algunos miembros de la oposición, principalmente del eurogrupo socialdemócrata y del popular, los dos vinculados al PSOE y el PP respectivamente. Los partidos españoles ya se han apresurado a evitar cualquier investigación sobre el CatalanGate, tampoco a instancias europeas, y durante sus intervenciones durante la comisión de este miércoles han vuelto a hacer gala generando dudas sobre las fuentes. Así, el representante de los populares Vladimír Bilcik ha apuntado que el informe final tiene que ser "creíble y serio". Por su parte, la eurodiputada de los socialdemócratas Eva Kaili ha coincidido en que hace falta un "texto claro que distinga hechos, deducciones y presunciones". Solo por parte de los Verdes y la Izquierda se ha adelantado en buen camino: Hannah Neumann ha celebrado los hallazgos del informe, instando a los gobiernos a facilitar los datos: "Si no les representa, que los gobiernos lleven sus propias versiones de los hechos". Cornelia Ernst, en una línea similar, ha defendido: "Podemos decir que tiene que ser creíble, pero tenemos la información que tenemos".