La actual presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, dejará la dirección del partido en enero, cuando se celebrará una asamblea que se enmarca dentro del proceso de refundación del partido y que servirá para ratificar la aprobación de algunas medidas de urgencia como los cambios en el sistema de dirección que afectarán a Arrimadas. Los malos momentos que atraviesa el partido naranja desde las últimas elecciones generales del estado han hecho que sus actuales dirigentes tomen medidas para tratar de revertir la situación. Una de estas medidas, y seguramente la más importante, será la nueva estructura directiva de la organización. Desde enero la dirección se dividirá en dos ramas diferenciadas y se creará una dirección bicéfala. La primera de estas dos ramas será la dirección política del partido, y la otra será la dirección interna, que seguramente estará ocupada por algún integrante más alejado de la primera línea política.

La nueva estructura del partido prevista por la dirección, que aleja a los principales líderes políticos de las funciones internas y que tendrá que ratificar la misma asamblea de enero, sigue el modelo de otras formaciones del ámbito liberal europeo, y trata de aproximarse también en la del PNV. La figura del presidente del partido, que ahora ocupa Arrimadas, desaparecerá como tal, y sus funciones en la organización interna las asumirá un director, coordinador o secretario general, el nombre del cargo no está decidido, quién estará al frente de un órgano coral ejecutivo. Arrimadas aspirará únicamente a liderar la parte política del partido, en la cual se encuadrarán otros dirigentes como Edmundo Bal o Guillermo Díaz.

La solución bicéfala ha sido escogida por una mayoría de la militancia durante el proceso de refundación que llevan a cabo, mientras que los afiliados han mostrado más discrepancia y con opiniones muy divididas sobre otras cuestiones principales de la refundación, entre ellas la posibilidad de un cambio de nombre del partido, una medida radical que no se sabe si tendrá recorrido o quedará en papel mojado. Lo que es bien seguro, pero es que Inés Arrimadas se desprenderá de una buena parte de sus funciones internas para centrarse en recuperar la confianza política de los votantes en Ciudadanos.

La caida de Ciudadanos

Es bien sabido que el partido naranja está pasando por su momento más crítico desde su fundación. Por este motivo se han planteado una serie de medidas para tratar de hacer un lavado de cara a la formación. Estas medidas, diseñadas desde la actual dirección del partido, tendrán que ser ratificadas por los militantes durante la asamblea que se hará en el mes de enero. Dentro de la caída de Ciudadanos se enmarcan sucesos como la guerra interna del partido en Barcelona, que ha acabado con varias dimisiones del partido. La derrota también se hizo notar en Andalucía, cuando Juan Marín, exvicepresidente de la Junta y máximo exponente de los naranjas en Andalucía, aceptó un cargo ofrecido público ofrecido por el actual presidente, Juanma Moreno, del PP, y se desligó de su antiguo partido, Ciudadanos.