Silencio. Aquel silencio que ocupó la Rambla los días después de los atentados de Barcelona y Cambrils ha vuelto a la arteria de la ciudad. Pasados dos años, las víctimas han vuelto al punto donde se paró la furgoneta que conducía Younes Abouyaakoub. Con el silencio, han vuelto también las lágrimas. Al homenaje, las víctimas han añadido una exigencia: saber la verdad.
El acto, que han organizado conjuntamente el Ayuntamiento y la Unidad de Atención a las Víctimas de Atentados Terroristas ha sido, tal como éstas habían pedido, sobrio y breve. Ningún discurso y los políticos en segunda fila. A las diez en punto, han empezado a sonar los acordes del Cant dels Ocells, que ha interpretado en directo una alumna del conservatorio del Liceo. Al acabar, los asistentes se han acercado a las cuatro macetas instaladas junto al mosaico de Joan Miró para depositar claveles blancos. Primero las víctimas, después las autoridades.
A pesar de no verbalizarlo con palabras, una docena de afectados han querido incorporar una reivindicación, enfundándose camisetas con mensajes que pedían saber toda la verdad. De hecho, al lado de los claveles blancos han dejado también un cartel con la misma frase.
Detrás, la comunidad islámica se ha sumado al recuerdo con una pancarta del todo explícita. Decía que 'El islam condena tajantemente el asesinato de personas inocentes'.
Entre la emoción y la indignación
La emoción ha inundado el Pla de l'Ós de la Rambla desde muy pronto. Las hileras han quedado formadas mucho antes de la hora prevista para al inicio del acto y eso ha hecho que lo que tenía que ser un minuto de silencio se alargara mucho más.
Muchas de las víctimas y sus familiares no se veían desde el año pasado, cuando se conmemoró el primer aniversario de la masacre. Al reencontrarse, se han fundido en abrazos que han hecho brotar los llantos. Unos llantos que se contagiaban irremediablemente.
Con las flores a punto, cada uno de ellos ha puesto su acento propio. Unos cuantos haciendo patente la indignación por la opacidad que se cierne sobre el 17-A con las camisetas-protesta. Otros, como las familiares del niño australiano que murió en la Rambla, llevaban una fotografía enmarcada y algunos de sus juguetes.
Despolitizar el recuerdo
Durante las últimas semanas, la supuesta conexión entre el imán de Ripoll, considerado el cerebro de los atentados, y el CNI ha sido motivo de batalla política. La organización ha querido blindar a las víctimas y que el acto oficial del segundo aniversario no quedara salpicado por la reyerta. Por eso se ha acordado que no haya parlamentos.
A pesar de todo, Ciudadanos y el PP se han saltado la consigna y ha convocado una atención a los medios al acabar el homenaje, que ha durado más o menos un cuarto de hora. La jefa de filas de Cs, Lorena Roldán, ha pedido unidad y "que las víctimas sean las protagonistas". Mientras todas las cámaras la enfocaban a ella, las víctimas se han marchado hacia la Plaza Sant Jaume. Allí, han participado en una recepción privada en el Ayuntamiento con la alcaldesa Colau y en el Palau de la Generalitat con el president Quim Torra. Precisamente contra Torra ha cargado el diputado popular Daniel Serrano. Le ha acusado de "contribuir a teorías de la conspiración paranoica".
Además del president y la alcaldesa, al acto han asistido el vicepresident y los consellers de Interior, Justicia y Presidencia. Por parte del Gobierno, han participado el ministro de Interior y la delegada en Catalunya.
El homenaje alternativo carga contra Marlaska
Aunque ha sido discreto, sencillo y despolitizado, a la Asociación de Víctimas de Organizaciones Terroristas no le ha parecido bien y ha organizado un acto alternativo a las once y media en Canaletes. Éste ha sido más largo que els institucional, sí que ha habido discursos y prácticamente no ha asistido ninguna víctima del 17-A.
Según ha explicado el presidente de la ACVOT, José Vargas, a ElNacional.cat, "han venido dos franceses y un italiano", a pesar de que no ha podido concretar quienes eran. "De víctimas españolas ninguna", a esa hora estaban en la recepción con Torra. Sobre este hecho, ha afirmado que las víctimas están "manipuladas".
Entre los participantes, el exdelegado del Gobierno, Enric Millo, así como otros miembros del PP, de Cs y de VOX, además de representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Mossos d'Esquadra, Guardia Urbana y Guardia Civil.
Durante su intervención, Vargas, que pretendía que no fuera un acto político, ha atacado con contundencia al ministro del Interior por no haber querido sumarse a su convocatoria. "Muestra muy poca verguenza y dignidad", ha criticado. A su vez, ha puesto en valor el hecho de pertenecer a un país donde "se defiendan valores y principios constitucionales como son la libertad, la justicia, la igualdad y la seguridad jurídica" y no a uno donde "los derechos y libertades queden en papel mojado". 
Para cerrar la conmemoración, el canto del Ave María ha dado paso a un minuto de silencio que ha quedado interrumpido por un grito de "Viva España". 