Unos 200 efectivos de la Guardia Civil se alojan en Calella (Maresme). Según informa el medio local Ràdio Calella, los agentes del cuerpo policial español están instalados en diferentes hoteles de la ciudad y las furgonetas se ubican en el cuartel de la Guardia Civil del mismo municipio, en la confluencia de la calle de Sant Jaume con el rierany dels Frares.

Este despliegue, a tres semanas del referéndum de independencia, se produce dos días después de que agentes de la Policía Española llegaran a Reus, donde se alojan en el hotel Gaudí, en el centro de la ciudad. En una mano llevaban maletas y mochilas, y en la otra, armas largas. La presencia sorprendió e indignó a muchos vecinos.

Calella no es un objetivo nuevo para los agentes policiales españoles. Antes de la consulta del 9-N, el Ministerio del Interior envió 500 refuerzos de la Policía Nacional, que no tiene comisaría en el municipio. Un año más tarde, unos 350 antidisturbios de la policía española llegaron a Calella, Pineda de Mar y Malgrat de Mar, poblaciones vecinas.