Una pandemia global, un atentado terrorista en Viena y ciberataques. Las Fuerzas Armadas de Austria han acertado todas las últimas predicciones sobre los riesgos para la seguridad nacional y ahora se preparan de manera intensa para otro escenario: un gran apagón eléctrico de tiempo indefinido que, dicen, afectará a toda Europa.
De hecho, la ministra de Defensa austríaca, Klaudia Tanner, ha asegurado que "la pregunta no es si pasará, sino cuándo" y ha advertido que todos los países están subestimando este peligro, pero podría tener "unas consecuencias catastróficas". Por eso, ha anunciado que su país ya se está preparando para esta gran crisis y ha iniciado una campaña para explicar a la población cómo tendrá que actuar.
¿Por qué pasaría eso?
Según estas fuentes, las causas que podrían propiciar este caótico escenario son las sobrecargas provocadas por los elevados índices de demanda, errores técnicos y desajustes en la red europea.
Eso comportaría que semáforos, ordenadores, cajeros automáticos, teléfonos, internet y muchos otros servicios dejaran de funcionar, exponiendo la fragilidad de un día a día cada vez más digitalizado.
¿Qué hacer cuando pase?
El gobierno austríaco ya ha difundido publicidad a los medios y más de seis mil carteles repartidos por todo el país con el título: "Qué hacer cuando todo se detiene". Entre los consejos prácticos sobre qué materiales hay que tener en casa para estar preparados se enumeran combustible, velas, baterías, conservas y agua potable.
Además, recomiendan tener en casa reservas suficientes al equivalente a dos semanas de camping, así como pactar de forma previa con familiares y amigos un punto de encuentro y poner las bases de una red de cooperación vecinal. En este sentido, aconsejan también contar con alimentos que sean muy duraderos, como pasta y arroz, así como conservas y dos litros de agua por persona y día.
¿Y cuándo pasará?
De momento, Austria no ha concretado cuándo será, pero lo que sí que avisan es que no será a largo plazo. De hecho, se ha tomado tan seriamente este escenario que a partir del 2025 obligará a sus principales cuarteles militares a ser autosuficientes en el máximo grado posible en términos de energía, combustible, agua potable y alimentos.
El teniente coronel Pierre Kugelweis explica a Efe que estos cuarteles serían la base de apoyo a organizaciones civiles, como bomberos y sanitarios, que requieran energía y coordinación para su trabajo en caso de un apagón.
En los últimos 18 meses el ejército ha realizado varias maniobras en que se ensayó la respuesta a esta situación y cómo mejorar la coordinación con la policía y otras organizaciones.
¿Cómo de real es la amenaza?
El ejército austríaco ya advirtió en 2017, en un documento sobre riesgos la próxima década, que una pandemia supondría una amenaza, y el tiempo le ha dado la razón. El mismo proceso de análisis de datos que se utilizó para prever la pandemia es la base para "los extensos preparativos de las fuerzas armadas ante los efectos de un posible apagón". El interrogante queda abierto.