El Govern reprocha que Catalunya fue "banco de pruebas" de lo que describe como la "desacomplejada politización de la justicia por parte de la derecha española que está llevando de nuevo a una peligrosísima espiral antidemocrática impropia de una democracia llena". Ante la tormenta provocada por la decisión del Tribunal Constitucional el lunes por la noche de aceptar las medidas cautelarísimas exigidas por el PP para detener la reforma del poder judicial, la portavoz del ejecutivo, Patrícia Plaja, ha advertido que desde Catalunya ya se lanzó el toque de alerta. "Avisamos de que pasaría, que fueran valientes, enfrentándose al estado profundo, a las instituciones judiciales secuestradas por la derecha extrema", ha advertido.

La portavoz ha insistido en que se está manteniendo las instituciones judiciales con los mandatos caducados "para luchar contra la política desde la justicia usando los principales estamentos". "El Gobierno tiene que decidir ahora si quiere tumbar esta coalición de la derecha políticojudicial o seguir colaborando con ella cuando les conviene", ha insistido.

 

Con todo, la portavoz ha evitar concretar de qué manera el Gobierno tiene que actuar para parar este movimiento. Como también ha hecho ERC, Junts y la CUP, desde el Govern se ha insistido en que Catalunya va sufrido los últimos años las consecuencias de la injerencia de la justicia ante la indiferencia del Estado español, lo cual ha permitido que este movimiento políticojudicial se sienta fuerte. "Ya avisamos de que aquello era el principio y no nos creyeron. Ahora se escandalizan, pero aquí esta película ya la hemos vivido. Lo que está pasando es una vulneración plena de la democracia y las instituciones", ha reiterado.

Mesa de diálogo

Por otra parte, la portavoz ha salido de nuevo a desmentir que el proceso independentista haya acabado, como asegura al presidente español, Pedro Sánchez, y ha puesto como evidencia que no es así el hecho de que esté en marcha una mesa de negociación entre Catalunya y el Estado español para acabar con el conflicto político.

De momento, sin embargo, la mesa de diálogo que se tenía que celebrar a finales de este año no tiene todavía fecha agendada, aunque la portavoz no ha descartado que se haga la próxima semana.