Las urnas, uno de los símbolos principales del proceso catalán, ahora se han convertido en un problema para el govern. Según ha podido saber el diario Ara, se ha abierto un debate por decidir cómo y cuándo se tienen que comprar. En caso de que se haga un referéndum unilateral, la Generalitat no podrá utilizar las que usa habitualmente.

Parece ser que este conflicto ha creado tensión, y el Departamento de Vicepresidencia ya ha hecho el encargo verbal a Gobernación para que licite el contrato que tiene que permitir comprar las urnas del referéndum. Sin embargo la conselleria pide que se los solicite por escrito.

Estos debates entre conselleries vienen marcados por la presión de la Fiscalía, que está pendiente de cada paso del gobierno catalán. El origen del conflicto está en el documento firmado por Oriol Junqueras, Raül Romeva y Neus Munté que ordena, a la Conselleria de Gobernación entre otros, poner en marcha los preparativos electorales.

La duda es si el documento hace que la responsabilidad de comprar urnas también se asuma de forma colegiada, y aquí llega la tensión entre conselleries. Vicepresidència entiende que el acuerdo es suficiente, pero los servicios jurídicos de Gobernación lo ponen en duda. Según fuentes gubernamentales, consultadas por el Ara, la Consejería de Gobernación cuestiona que el gasto de las urnas sea necesaria, ya que hasta ahora se obtenían de forma gratuita. Por este motivo la conselleria no quiere hacer nada sin una orden escrita de Vicepresidencia.

Si se hiciera de esta forma, la responsabilidad sería de Junqueras, y de momento el vicepresidente no lo ha aceptado. Estas fuentes indican que una posible solución sería hacer un nuevo acuerdo para este tema que no dejara margen de duda sobre que la iniciativa surge del gobierno catalán en su totalidad.