La portavoz del Govern y consellera de la Presidència, Neus Munté, ha afianzado este viernes el compromiso del Ejecutivo catalán con la celebración de un referéndum sobre la independencia de Catalunya, después de hacerse público el dictamen del Consell de Garanties Estatutàries sobre los presupuestos del 2017, contrario a incluir una partida dedicada a la celebración de la votación. Munté no ha querido valorar el detalle de la resolución asegurando que el Govern todavía tiene que "analizar con rigor" el contenido. Pero sí ha mantenido que, en cualquier caso, la convocatoria del referéndum "responde a un mandato parlamentario y de la ciudadanía". "Hay, además, un mandato que nos insta a buscar un acuerdo con el Estado. Estamos trabajando y el Govern quiere cumplir punto por punto con el mandato plenamente legítimo y democrático de celebrar el referéndum", ha añadido.

Munté ha hecho esta valoración durante la presentación de los actos del 40º aniversario del retorno del president de la Generalitat Josep Tarradellas, y pocos minutos después de darse a conocer el dictamen del Consell de Garanties. Esta inmediatez es la que lo ha hecho rechazar hacer valoraciones más concretas y asegurar que "como Govern se analizará con cuidado y se valorará junto al Departament de Economia".

Y es que este viernes por la mañana se ha conocido que el Consell de Garanties Estatutàries considera inconstitucional la disposición adicional 31ª de los presupuestos del 2017, que establece que el Govern tiene que habilitar el gasto para la realización del "proceso refrendario sobre el futuro político de Catalunya, en el marco de la legislación vigente en el momento que se convoque". En cambio, el órgano consultivo ha dictaminado que la partida de 5,8 millones para el referéndum que se incluye en el apartado de procesos electorales y procesos participativos no es contraria a la Constitución. El dictamen responde a la petición de tres grupos de la oposición, Cs, PPC y PSC. El Consell de Garanties ha adoptado por unanimidad las conclusiones que dan vía libre para que el Parlament apruebe definitivamente las cuentas.