El Gobierno ha emitido un durísimo comunicado contra el discurso del candidato a la investidura, Quim Torra, minutos después de que este acabara de pronunciarlo. En la Moncloa tildan de "sectario y divisorio" el parlamento pronunciado por el diputado de Junts per Catalunya ante la cámara catalana. Desde el ejecutivo consideran que hay en Torra "escasa voluntad y capacidad de diálogo", después de que este se haya comprometido a "construir la República" e iniciar un proceso constituyente. El equipo ministerial avisa, por tanto, de que estará "vigilante" por si el presidente futuro excede la legalidad.

"La sociedad catalana merece recuperar la normalidad y el sosiego, y superar la fractura social en que profundizan las palabras del candidato. Se instala de nuevo en un discurso sectario y divisorio, renunciando a gobernar para el conjunto de los catalanes y animando las tensiones que tanto mal han hecho a Catalunya, a su cohesión social y a su desarrollo económico", denuncia.

"Sus palabras evidencian la escasa voluntad y capacidad de diálogo de unas formaciones que niegan la voz primero al conjunto de los catalanes y el acuerdo con el resto de los españoles. Ha demostrado que no tiene ningún interés en construir un diálogo en el mismo Parlament, en el conjunto de la sociedad y con nadie que no se someta exactamente a sus planteamientos", lamenta.

"Las formas y condiciones con las que ha sido propuesto y el discurso con el cual se ha presentado son una falta de respeto a las instituciones de Catalunya, al Parlament de lo que es diputado y a la Generalitat que pretende presidir. Enfrente de los valores y métodos de nuestra democracia, su candidatura y sus palabras son la constatación de una especie de cesarismo, impropio del siglo XXI, que supedita al interés personal de un individuo, el interés general de todos los ciudadanos. Porque es autocrático y excluyente quien relega el bien común a sus necesidades políticas y a los suyos urgencias personales", critica.

"Ni el proceso constituyente anunciado, ni la independencia proclamada llegaron a ningún lugar y nada consiguieron sus promotores más que tener que asumir las consecuencias de sus actos. Los partidos independentistas saben que no tienen ninguna posibilidad de conseguir sus propósitos secesionistas" expone.

"Ante las palabras del candidato y en defensa de la legalidad de Catalunya y de los derechos de todos los catalanes y del conjunto de los españoles, este Gobierno estará muy vigilante de los actos del candidato y de su posible Gobierno. Cualquier ilegalidad será reparada y cualquier vulneración de nuestro marco constitucional será respuesta", concluye.