La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, planteará este lunes al conseller de Acció Climàtica, David Mascort, como medida para hacer frente a la sequía, la opción que Barcelona y el área metropolitana reciban agua de la desalinizadora que hay en Sagunt, en el País Valencià. El jueves pasado, el Govern decretó la entrada en fase de emergencia en el sistema Ter-Llobregat, del cual dependen 202 municipios y cerca de 6 millones de personas. La medida llegó después de que el Ejecutivo catalán convocara de manera urgente la Comisión Interdepertamental de Sequera a raíz de la bajada de las reservas de agua de los pantanos que forman el ámbito. Según han confirmado fuentes del ministerio a El Periódico, el traslado de agua se haría en barcos que atracarían cada día en el puerto de Barcelona. Ahora, la propuesta tiene que ser aceptada por la Generalitat.

En caso de que la propuesta fuera aceptada por la Generalitat, y según apunta el diario El País, la medida podría entrar en vigor de cara al verano, y los barcos llegarían con cargamentos de hasta siete hectómetros cúbicos. Se trata de un volumen incluso superior al que almacena actualmente el pantano de Sau, que a estas alturas, según datos del portal de la sequía, contiene solo 6,71 hectómetros cúbicos de agua.

La planta de Sagunto está gestionada por Acuamed, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Ribera y Mascort se reúnen este lunes en Barcelona para abordar la crítica situación de sequía que sufre Catalunya.

"Colaboración máxima"

El conseller ya apuntó el martes pasado que la relación con el ministerio "es muy fluida", y detalló que, entre los temas que pondrán sobre la mesa, está la posible llegada de agua de otros lugares del Estado. "La colaboración es máxima y seguro que encontraremos la fórmula porque, si es necesario, llevamos|traemos agua", indicó.

Sobre la llegada de barcos cargados de agua, el conseller recordó que el Govern trabaja desde hace meses en este escenario y mantiene contactos con navieras, para asegurar la disponibilidad, así como con varios territorios, con el objetivo que el país "esté a punto" en caso de que sea necesario. "No es tan relevante de dónde viene, sino que lo tengamos todo preparado", defendió. Asimismo, aseguró que se tratará de una "solución de emergencia" que suministrará agua a infraestructuras críticas, como pueden ser los hospitales. En todo caso, eso no pasaría antes del verano.

Por ahora, el Govern ha decretado la entrada en la fase de emergencia I en el sistema Ter-Llobregat, de este depende la mayor parte de la ciudadanía catalana —cerca de 6 millones de personas— e incluye municipios como Barcelona, ​​su área metropolitana, y parte de la demarcación de Girona. Sin embargo, el Pla Especial de Sequera (PES) del Govern contempla tres niveles de emergencia en función de cuál sea el estado de los embalses del sistema Ter-Llobregat. Por ahora, los pantanos que forman el sistema Ter-Llobregat (Sau, Susqueda, Baells, Llosa del Cavall y Sant Ponç), se encuentran en un 16,25%. Si las reservas siguen descendiendo, el Ejecutivo aplicará medidas más restrictivas en los 202 municipios que beben de la unidad.