Un choque de protocolo con un trasfondo electoral. El Gobierno ha salido en tromba contra Isabel Díaz Ayuso por haber impedido que el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, subiera a la tribuna que preside el desfile militar celebrado en motivo del Dos de Mayo, el día regional de la Comunidad de Madrid. La Moncloa ha acusado a la madrileña de incumplir la ley, de ignorar "la lealtad institucional" y de "instrumentalizar" la festividad en beneficio del Partido Popular. A las puertas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, Ayuso alimenta el choque contra el gobierno central y no desperdicia ninguna oportunidad para buscarle las cosquillas en su afán para confrontar directamente con Pedro Sánchez.

Hacía días que la presidenta del gobierno de la Comunidad de Madrid estaba mosqueada y amenazaba con poner problemas con la presencia a los actos del ministro Bolaños, mano derecha de Pedro Sánchez en el Consejo de Ministros, a quien acusan de alimentar manifestaciones en las últimas semanas contra los intereses del gobierno regional. A pesar de no haberlo invitado formalmente, Ayuso ha situado a Bolaños a primera fila en la tradicional ceremonia que se hace en el interior de la Real Casa de Correos, la sede del ejecutivo madrileño. Se ha sentado junto a la única representante del gobierno central invitada al acto: la ministra de Defensa, Margarita Robles.

Con todo, los chispas han salteado por los aires en el momento que la celebración se ha trasladado a la calle, en el desfile militar que se hace a la Puerta del Sol. Allí se homenajea cada año a los madrileños que se alzaron contra la ocupación francesa comandado por las tropas napoleónicas. Como no estaba invitado, los responsables de protocolo de la administración madrileña han cerrado el paso a Félix Bolaños cuando intentaba subir a la tribuna principal, en un momento de tensión. En el escenario, presidiendo el acto militar, sí que estaban la misma Díaz Ayuso; la ministra Robles; el jefe de la oposición, Alberto Núñez Feijóo; el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida y otros cargos regionales y militares.

El Gobierno entra en cólera

La escena vivida ha enfurecido a la sala de máquinas de La Moncloa, que ha acusado a Ayuso de incumplir un real decreto que regula la presencia de las autoridades en conmemoraciones oficiales. Según el artículo 12 del Ordenamiento General de Precedencias en el Estado, los ministros tienen preferencia por delante del jefe de la oposición, la presidenta del parlamento madrileño y el alcalde de Madrid. "Hoy el PP se ha saltado las normas básicas de nuestro Estado democrático y de derecho", se han quejado fuentes del ejecutivo central, que han lamentado "la instrumentalización que ha hecho el PP de la fiesta de la Comunidad de Madrid faltando, incluso, al deber básico de la lealtad institucional".

Y antes: defensa de la "capitalidad"

En la ceremonia, Isabel Díaz Ayuso ha defendido los cinco siglos de capitalidad de Madrid y ha advertido que "ninguna nación pondría en peligro un patrimonio parecido", apuntando a Pedro Sánchez. En el acto institucional del Dos de Mayo, Ayuso no ha dudado a insistir en su menosprecio hacia el pueblo catalán y vasco, afirmando que tan mal no lo están haciendo cuando "pasan los años y en Madrid sigue sin haber charnegos, ni maquetos, ni forasteros". Aunque, ha sacado pecho de ser una región que acoge en todos sin dejar de perder su esencia. "Los madrileños han conseguido un extraño equilibrio: ser amables con todos y, al mismo tiempo, capaces de satisfacer las ganas de triunfar del más exigente", ha remarcado. "Tierra de buena gente que admira quién tiene alguna cosa buena que hacer y contar", ha afirmado la presidenta madrileña.