Guerra abierta entre el gobierno español y el presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello. El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha reprochado por carta a Argüello que haya pedido un adelanto electoral al Estado español o bien una cuestión de confianza o una moción de censura. En la misiva, el ministro le recrimina que haya roto "una vez más" la neutralidad política de la Iglesia y que se pronuncie "a favor del fin" del actual Gobierno español. 

Argüello ha hecho estas declaraciones en una entrevista a La Vanguardia, cargando contra el gobierno español y reclamando "una cuestión de confianza, una moción de censura o ir a elecciones". Según el presidente de la conferencia episcopal, "la situación está más bloqueada que en julio, con una legislatura sin presupuestos". Aun así, niega que la petición rompa la "neutralidad política" de la Iglesia, ya que dice, "yo respondo remitiéndome a la Constitución y a los mecanismos que prevé", aunque sí que ha descartado hacer un pronunciamiento colectivo como Conferencia Episcopal. De esta manera, las tensiones entre el Ejecutivo de Sánchez y el presidente de la institución católica continúan escalando desde las discrepancias por el Valle de los Caídos y la reparación a las víctimas de abusos de la pederastia eclesial.

Críticas desde la Iglesia

Las declaraciones de Argüello no solo han elevado las tensiones entre el gobierno español y la Conferencia Episcopal, sino que también han provocado críticas desde la misma Iglesia. Ha sido el arzobispo de Tarragona y presidente de la Conferencia Episcopal Tarraconense, Joan Planellas, quien ha considerado que estas palabras van "más allá de lo que puede afirmar un arzobispo". En declaraciones a Catalunya Ràdio, ha afirmado que "yo sería muy prudente al hacer estas afirmaciones", porque la Iglesia "no se puede identificar con una opción política concreta" y no está "ligada" a ningún sistema político. Además, ha pedido distinguir entre lo que pueda decir alguien en nombre propio como ciudadano o que se haga "en nombre de la Iglesia o de los diversos pastores".

Por otro lado, y sobre las palabras de Argüello sobre la necesidad de una reforma de la Constitución para clarificar el artículo segundo, el arzobispo de Tarragona dice que a pesar de que el presidente de la Conferencia Episcopal pone el "énfasis" en que la nación española tiene la soberanía, recuerda que el concilio provincial tarraconense de 1995 dice que se debe "subrayar la existencia de la nación catalana, que exige una adecuada estructura jurídica política que haga viables los derechos, estos rasgos nacionales que tiene Catalunya".