Una semana después del levantamiento del estado de alarma, el Gobierno sigue sin poner fecha a la mesa de diálogo entre el Estado y la Generalitat. De hecho, desde La Moncloa se está enfriando la posibilidad de reunirla en julio, su propio compromiso con ERC. Después de que este domingo Pedro Sánchez se refiriera en estos términos, hoy ha sido Alberto Garzón quien ha apostado por postponer la reanudación del diálogo hasta que pasen las elecciones catalanas, todavía sin fecha. Si bien ha dicho que debe reunirse "cuanto antes", el ministro de Consumo ha señalado la "polarización" del clima preelectoral.

En una entrevista en Catalunya Ràdio, Alberto Garzón ha defendido que "la mesa de diálogo tiene que ser lo ante posible", pero que "tiene que servir para corregir un problema estructural que no se corregirá inmediatamente". En este sentido, ha sostenido que "sería bueno que esta mesa debatiera sin estar mirando las encuestas". Y ha concluido al respecto "Las experiencias nos dicen que nos dedicamos a competir, a exagerar discursos, a polarizar, y son ingredientes que no ayudan". Ha evitado entrar en fechas.

"Estamos ante un problema más profundo, que es de relaciones entre Catalunya y el resto del país, del modelo territorial", ha asegurado Garzón. "Tenemos que ser conscientes de que hay que transitar esta vía, pero el diálogo no se limita a esta mesa. Hay que practicarlo en todos los lugares", ha añadido.

Preguntado sobre si prefiere pactar con ERC antes que con Ciudadanos, el ministro de Consumo ha asegurado que no hay este dilema. Ha subrayado que le gustan los republicanos cuando "miran hacia la clase trabajadora, aunque hay ocasiones en las que ha mirado hacia otro sitio". Ha apostado por unos presupuestos del Estado con el apoyo de la mayoría de la investidura, pero también que "otras fuerzas se muevan", como es el caso de la formación de Inés Arrimadas