La euforia desborda en el PP, el convencimiento de que Pedro Sánchez no conseguirá salir del pozo en que ha caído y que la llegada a la Moncloa es solo cuestión de tiempo, ha sumergido durante tres días a los populares en un baño de entusiasmo. Y se ha convertido en un aglutinante infalible. Incluso la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, el principal contrapeso que el líder popular tiene dentro del partido, se ha cuadrado. Después de tres días sentada en silencio y con sonrisa hierática al lado del presidente del partido, la madrileña ha subido al escenario y ha dejado claro que ahora es el turno de Alberto Núñez Feijóo.

"Acompañaremos al presidente en este camino. Estaremos en todo momento a tu lado", ha asegurado la presidenta, que ha reconocido que no se lo habían puesto fácil al líder del partido. "Querido presidente, este es tu momento. Tienes a todo el PP detrás de ti. Has dado tu mejor versión. Y qué paciencia has tenido con todos nosotros estos años".

Una casa común para hundir un muro

Durante estos tres días de congreso, el PP se ha conjurado en concentrar todas sus fuerzas en la -última- oportunidad del político gallego para llegar a la Moncloa, y de aquí el compromiso de la madrileña: "Este muro no caerá, lo tiraremos entre todos, como el muro de Berlín". "Eso es lo mejor de todo, que salimos de aquí unidos, como una casa común, donde siempre hemos convivido liberales, conservadores el humanismo cristiano, el centroderecha y cada vez más socialistas que quieren a España", ha subrayado, la líder madrileña, que ha reiterado el llamamiento que el viernes planteó José María Aznar a buscar votantes a la derecha y la izquierda.

El vestido de Ayuso es como el termómetro de su discurso. Hoy ha evitado el rojo encendido, que habitualmente convierte en una declaración de intenciones, y se ha presentado con un moderado azul, al ritmo de Lady Madrid de Pereza -"La estrella de los tejados, lo más rock & roll de por aquí. Los gatos andábamos colgados. Lady Madrid". La líder madrileña ha puesto al servicio de Feijóo sus artes oratorias. Una Ayuso en estado puro, excesiva, con toques histriónicos, donde no han faltado las befas contra el PSOE, el ensañamiento con Sánchez, su insistencia con que le gusta la fruta, el tono populista y los avisos sobre la reivindicación de los independentistas. "Volverá el golpe en Catalunya y nadie los podrá parar", ha advertido.

Imagen de unidad

Al acabar, Feijóo ha subido al escenario para ofrecer la imagen que los militantes esperaban, la de los dos líderes juntos, la única que faltaba en el álbum del político gallego que estos tres días ha recibido el apoyo sin ambages de los dos expresidentes del gobierno del PP, dejando claro que esta es una fotografía que Pedro Sánchez no se puede permitir.

Feijóo ha cerrado el congreso ante la imagen de una batería de banderas españolas y europeas, con el uniforme de candidato, camisa azul cielo y americana azul marino, después de recibir el apoyo del 99,24% de los congresistas en una cumbre que ha tenido una media de 3000 asistentes cada día, según se ha encargado de subrayar al presidente del cónclave, Xavier Garcia Albiol. Sin embargo, hoy la asistencia ha superado todas las marcas, con dirigentes y exdirigentes del partido o, sencillamente, invitados que ya sienten el calor de un PP cada día más cerca de la Moncloa.

"No nos confiemos"

El líder popular ha desplegado un Yo acuso dirigido al PSOE, a quien ha reprochado todos los males que, según su partido, sufre la nación, y ha seguido el hilo de Ayuso para asegurar que en su primer discurso acabará con el muro que hay entre españoles. "Se ha acabado la pesadilla", ha asegurado el candidato que ha desplegado su muestrario de propuestas, entre las cuales un cordón sanitario que solo aplicará a Bildu, la disposición a pactar con Vox, pero también con los independentistas -siempre dentro de la constitución-, y una colección de guiños a las clases medias.

El candidato popular ha cerrado su intervención insistiendo en que para llegar al gobierno no tendrá bastante con ganar las elecciones, hay que asegurar que ganar sirve para formar gobierno. "No será un paseo por el campo. No nos confiemos con la sonrisa de las encuestas. Tenía que decirlo y lo he dicho. La única sonrisa que vale es la de las urnas", ha advertido cabalgando sobre de la ola de euforia que estos tres días se ha hecho evidente en Ifema. El presidente del partido ha cerrado su discurso con un viva la libertad, viva la democracia y viva España, y con la interpretación del himno español.