El Parlamento Europeo y los estados de la Unión Europea han llegado a un acuerdo político sobre el fondo de recuperación y el macropresupuesto. Después de meses de conversaciones, los equipos negociadores de la Eurocámara y las capitales han pactado este martes un "reforzamiento" de las partidas de investigación, salud y educación con 15.000 millones de euros y también 1.000 millones de euros para futuras crisis e imprevistos.

Conteso pactado, ahora falta que la cámara y las capitales den el visto bueno final al paquete anticrisis. De este paso dependerá el fondo de recuperación se ponga en marcha y que las ayudas europeas empiecen a llegar a partir del 2021.

El Parlamento Europeo y los estados negociaban desde hace cuatro meses el presupuesto plurianual de la UE para los próximos siete años y el fondo de recuperación. Si bien las conversaciones se han centrado sobre todo en algunas partidas presupuestarias, el fondo de recuperación está vinculado al macropresupuesto y, por eso, el desbloqueo de estas negociaciones es también un paso adelante para que las ayudas para la covid-19 lleguen a principios del 2021. "Realmente hemos tenido que luchar por lo que hemos conseguido", ha asegurado este martes al presidente del comité parlamentario de presupuestos, Johan Van Overtveldt.

A pesar de este acuerdo, la aprobación definitiva se formalizará las próximas semanas, cuando el presupuesto se votará a la comisión de presupuestos primero y en sesión plenaria después, aunque el apoyo de la mayoría de los grupos ya ha quedado patente este miércoles a la sesión plenaria.

Más dinero para investigación, salud y educación

El acuerdo entre el Parlamento Europeo y los estados prevé destinar 15.000 millones de euros más al programa de investigación Horizon Europe, al de salud U4Heatlh y al Erasmus+. Además, habrá 1.000 millones de euros para crisis e imprevistos. Eso significa que el macropresupuesto aumenta con 12.500 millones de euros adicionales, y que el resto de dinero se ha reubicado de otras partidas.

También contempla un mecanismo que permite suspender o reducir los fondos europeos cuándo se producen violaciones del estado de derecho que afectan suficientemente a la buena gestión del presupuesto europeo o los intereses financieros de la Unión Europea. Este sistema es menos estricto del propuesto inicialmente y requiere la aprobación por parte de una mayoría calificada de estados.

"Hace falta urgentemente que el fondo de recuperación esté en marcha para frenar las terribles consecuencias económicas de la pandemia", ha apremiado Michael Clauß, representante permanente de Alemania delante de la UE.

Próximos pasos

Ahora que hay un acuerdo con el Parlamento, el próximo paso importante es que los estados aprueben la decisión sobre el aumento de los recursos propios del presupuesto que permitirá la operación para financiar el fondo de recuperación. Desde el Consejo de la UE intentarán que se vote antes de finales de mes, pero todavía hay dudas sobre la posición de Hungría.

Hasta que no esté el visto bueno de los gobiernos europeos, no se podrá enviar a los parlamentos de los estados para que se ratifique, un paso imprescindible para la puesta en marcha del fondo de recuperación. En Bruselas prevén que este proceso tarde entre dos y tres meses.

Por ahora, se calcula que la ratificación parlamentaria estará lista en junio y que la Comisión Europea empezará a emitir bonos para financiar el fondo de recuperación el verano del 2021. Por lo tanto, las ayudas europeas no llegarán, como mínimo, hasta la segunda mitad del año que viene.