Interior ha encontrado la manera de cumplir con los dos objetivos que tenía sobre la mesa para la reformulación del cuerpo de escoltas de las autoridades catalanas. El primero, las instrucciones del presidente Aragonès, de desmontar el Área de Seguridad Institucional (ASI), una unidad de escoltas que montó el presidente Torra por decreto y que cuelga del departamento de la Presidencia.

Es un área de protección presidencial copiada de la Moncloa y de otros países, pero que Aragonès no quería utilizar -Presidencia, a la espera de esta reformulación, revalidó el ASI al inicio de la legislatura. Por otra parte, Interior tenía un objetivo más político, evitar que el control de los agentes que protegen las autoridades catalanas fuera del mayor Josep Lluís Trapero, la actual jefe del cuerpo.

El departamento ha encontrado una solución que mezcla los dos objetivos. Interior aprobará este martes, cuando se celebrará el último Consejo Ejecutivo antes de vacaciones, la creación de una nueva macroárea de escoltas, que asumirá la protección del presidente Aragonès y de los expresidentes y también de todas las autoridades de Catalunya, es decir, la presidenta Borràs, todos los miembros del Govern, de la mesa del Parlamento y también los políticos que, por su riesgo, necesitan protección de los Mossos d'Esquadra.

Trapero pierde el control de los escoltas del presidente y de las autoridades catalanas

Pero, y aquí está donde ha saltado la sorpresa, los escoltas de los Mossos ya no tendrán dependencia de la Jefatura del cuerpo. Dejan de depender de la Comisaría General de Recursos Operativos (CGRO), de donde cuelgan todas las especialidades del cuerpo, y pasará a depender directamente del director general de la Policía, Pere Ferrer. El jefe del cuerpo, el major Trapero, pierde el control de todos los escoltas, y no solamente como, los que tenían que proteger al presidente de la Generalitat. La noticia, que el departamento de Interior ya comunicó al cabo de la Jefatura de los Mossos, no ha caído nada bien al equipo de Trapero.

Pere Ferrer / Director General de los Mossos d'Esquadra / ACN

Pere Ferrer, director general de la Policía, en una imagen de archivo / ElNacional.cat

La nueva organización de los escoltas de los Mossos, con rango de División, se dividirá en dos áreas, el Área de Seguridad de la Presidencia de la Generalitat (ASPG), nombre que ha avanzado La Vanguardia, y el Área de Seguridad de Autoridades (ASA). La primera se encargará de la protección del presidente, los expresidentes, del Palau de la Generalitat y de las residencias particulares de los presidentes, y la segunda se encargará de la protección de todos los miembros del Gobierno, de la presidenta Borràs y el resto de VIP catalanes.

El futuro del ASI

Con este cambio de estructura, la mayoría de los agentes del Área de Seguridad Institucional -que fueron seleccionados por los mandos del área, sin concurso de oposición- tendrán que volver en sus plazas. La mayoría llegaron del Grupo Especial de Intervención (GEI), de Escoltas, de la Brimo o del ARRO.

Los últimos días, que aunque el DOGC publicó que el área seguía en marcha, no tenían encomendada la protección al presidente y únicamente se dedicaban a la vigilancia del presidente Torra, del presidente Mas y del presidente Montilla, los tres con muy baja agenda institucional. Ahora hará falta ver cuántos de estos policías necesita la nueva organización y cuáles podrán pasar a las dos nuevas áreas o cuáles tendrán que dejar la comisión de servicio y volver a sus plazas.

Se busca jefe por los nuevos escoltas

El Área de Escoltas, que desaparecerá este martes, está comandada actualmente por un inspector. Por su parte, el Área de Seguridad Institucional (ASI), está liderada por un intendente, el conocido Marc Caparrós. La dirección general de la Policía (DGP) tendrá que escoger ahora un mando que organice y ponga en marcha estas dos nuevas áreas de escoltas.

Si bien internamiento todo el mundo coincide en que el intendente Caparrós es uno de los mejor preparados para liderar esta nueva estructura, habrá que ver si se pueden superar las malas relaciones que tienen los efectivos de las dos actuales áreas. Por el peso que tendrá que tener esta unidad de protección de autoridades, todo parece indicar que el escogido será un intendente, pero falta saber sobre quién recaerá. Interior se ha dado hasta septiembre para encontrar el jefe de la División y de las dos áreas.

No se esperan grandes cambios en la plantilla. Los escoltas del Área de Escoltas, ahora en la Comisaría General de Recursos Operativos (CGRO), pasarán a la nueva organización, bajo la dirección de la DGP. Los agentes cambiarán su adscripción y sus mandos, pero seguirán haciendo, casi, las mismas tareas.

Josep Lluís Trapero, mayor de los Mossos d'Esquadra / EFE

Josep Lluís Trapero, ninguno de los Mossos, en una imagen de archivo saludando al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska

Trapero no controlará ni a sus propios escoltas

El jefe del cuerpo de los Mossos d'Esquadra dispone, por su nivel de riesgo y proyección pública, protección y coche oficial. Desde el martes, con el cambio de la organización del cuerpo de escoltas de la policía de Catalunya, la jefe del cuerpo ya no tendrá mando orgánico sobre sus escoltas, que pasarán a depender directamente del director general de la Policía, Pere Ferrer.

 

Imagen principal: El presidente delante del cuerpo de honor de los Mossos d'Esquadra, en el Palau de la Generalitat / EFE