La voluntad de ERC de impulsar una ponencia conjunta para hacer una ley electoral propia para Catalunya ha reabierto un viejo debate. A lo largo de los años, este ha sido un tema que ha propiciado todo tipo de reproches entre los partidos. Y es que este desacuerdo ha hecho que actualmente Catalunya sea la única comunidad autónoma sin una ley electoral propia y, por lo tanto, la única que continúa rigiéndose por la Ley de Régimen Electoral española (Loreg).

¿Pero por qué no se ha podido elaborar una ley propia desde que se restableció el Parlament con la Transición española? El principal escollo está claro: la distribución de escaños. Desde las primeras elecciones celebradas en 1980, los 135 escaños se han repartido de la siguiente manera: 85 para Barcelona, 18 para Tarragona, 17 para Girona y 15 para Lleida.

Aunque las diferencias ya son notables, lo cierto es que tanto Tarragona como Girona y Lleida siguen estando sobrerrepresentadas. A modo de ejemplo, un escaño en Barcelona cuesta unos 65.000 votos, mientras que uno en Lleida se alcanza con solo 30.000.

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Urnas de las elecciones del 14-F / Foto: ACN

Este sistema ha sido duramente criticado por los partidos unionistas, que históricamente también han sido los que se han visto más perjudicados por este hecho. Ahora bien, hay que recordar que en las elecciones españolas esta sobrerrepresentación todavía es más marcada, ya que mientras un escaño en Soria cuesta unos 40.000 votos, uno madrileño sube hasta los 130.000.

La propuesta del PSC

Para impulsar una ley electoral propia hace falta que dos terceras partes del Parlament estén de acuerdo. Es decir, 90 de los 135 diputados. Estos 90 escaños se podrían alcanzar si las tres grandes fuerzas se pusieran de acuerdo: el PSC, los mismos republicanos y Junts.

El modelo por el que apuestan los socialistas y que ya presentaron en el 2018 es uno con doble voto, similar al modelo alemán. Una parte de los diputados serían escogidos como representantes territoriales de los diferentes distritos electorales que se crearan, y se introduciría otra papeleta para escoger el peso que tiene que tener el partido en la Cámara.

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Imagen de las elecciones del 14-F, marcadas por la pandemia / Foto: Sergi Alcàzar

Fuentes del partido han confirmado a ElNacional.cat que aunque esta es su propuesta, están abiertos a hablar del sistema. Lo que sí que han querido dejar claro es que no están dispuestos a hacer una ley electoral sin escoger un sistema electoral.

Y aunque partidos como Ciutadans habían dado apoyo a este modelo, desde el partido naranja han aclarado a este diario que su intención es que la ley se base en el principio de que todos los votos valgan lo mismo. También lo reclama así el PP.

El punto de vista de ERC

Quien tradicionalmente se ha movido menos para llevar a cabo una ley electoral han sido CiU y ERC, los partidos que más peso tienen en las circunscripciones sobre-representadas.

Ahora bien, esta vez han sido los republicanos los encargados de reabrir el debate. Sin embargo, por ahora no han aclarado qué sistema proponen y han insistido en que además de resolver como se traducen los votos en escaños, también hace falta una "reforma integral" que incluya aspectos sociales y feministas, abrir el debate sobre el voto joven (mayores de 16 años), mejorar el voto exterior y garantizar el derecho a sufragio de los migrantes.

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El voto de los jóvenes de 16 y 17 años es una reivindicación histórica de las JERC / Foto: ACN

Por su parte, Junts hasta ahora no ha confirmado si firmarán la ponencia impulsada por los republicanos, aunque esta ya cuenta con los apoyos necesarios, ya que tiene el del PSC, la CUP, los comuns y Ciutadans. Como se ha dicho, este es un tema delicado para los intereses de los postconvergentes y están pendientes de negociar con sus socios de Govern como abordan la cuestión.

El último intento

Fue en el 2015, cuando una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) superó el primer trámite en el Parlament, pero sin poder seguir adelante. El proyecto cambiaba las cuatro provincias por las siete veguerías como circunscripciones electorales y permitía a los votantes ordenar algunos de los candidatos de las listas según sus preferencias.

Lo curioso es que también preveía la creación de una Sindicatura Electoral propia para Catalunya, cosa que asustó al PSC por un posible aval a un referéndum de autodeterminación, tal y como afirma el exdiputado de ICV Jaume Bosch en elDiario.es.

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La JEC ha marcado la política catalana durante los últimos años / Foto: Europa Press

Ciertamente, el hecho de que Catalunya tenga una Sindicatura Electoral propia podría haber cambiado (y mucho) algunos de los últimos episodios de la política catalana, que han estado marcados por las decisiones de la Junta Electoral Provincial o la JEC.

 

Imagen principal: hemiciclo del Parlament de Catalunya / Foto: Sergi Alcàzar