El alcaldable de ERC por Barcelona, Ernest Maragall, y su homólogo en Santa Coloma de Gramenet, Gabriel Rufián, para las elecciones municipales 2023 han protagonizado este jueves por la tarde el enésimo llamamiento a convertir la actual jefatura de la policía española en la Via Laietana de Barcelona en un espacio de memoria que recuerde las torturas sistemáticas que se produjeron en aquel edificio tanto durante la dictadura franquista como en la actual etapa democrática. El mismo Maragall ha admitido que han sido muchas las veces que se ha hecho esta reclamación, pero ha insistido en que seguirán expresando esta necesidad de que la prefectura "deje de ser la imagen de la tortura y el dolor".
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De hecho, Maragall ha considerado que la permanencia de la policía española en este inmueble sigue siendo un "símbolo de opresión", y por eso ha reclamado que se restituya la "dignidad democrática" y ha reprochado al gobierno socialista español que no sea proclive a desafectar el inmueble y cederlo a la ciudad. Todavía más, ha criticado que la hasta hace pocos días delegada del Gobierno en Catalunya y ahora número dos de Collboni en la lista electoral del PSC, Maria Eugènia Gay, "prefiera mantener el símbolo de la tortura". "Borraremos la pisada de Franco de la ciudad", ha proclamado Maragall, que ha añadido a la demanda la cesión en la ciudad de infraestructuras actualmente en manos de los militares españoles, como el cuartel del Bruc y los edificios del paseo Colom, como la comandancia y la capitanía.
Por su parte, Rufián ha considerado como una "terrible anomalía" tener que reclamar todavía la marcha de la policía española de la jefatura de la Via Laietana y ha insistido en que esta petición no se tiene que hacer "como independentistas o republicanos, sino como demócratas y antifascistas" y ha recordado que incluso la alcaldesa de Barcelona, que es "inequívocamente progresista, no ha hecho nada" y ha criticado el actual uso de la jefatura.
Presencia de la Gestapo
Asimismo, el alcaldable de ERC en Santa Coloma de Gramenet ha asegurado que en el edificio de la actual jefatura se desplazaron agentes de la Gestapo -la policía secreta de la Alemania nacionalsocialista- "para enseñar a la policía secreta española tácticas de tortura", y por eso ha insistido que la conversión de la jefatura en un espacio de memoria histórica no es solo una reclamación del independentismo, porque durante el franquismo "y más allá de la transición" en el edificio de la actual comisaría se torturaron "sindicalistas, feministas, activistas" para intentar "anular la ideología de mucha gente". "No tendríamos que estar tan solos y tan solas defendiendo que esta comisaría se convierta en lo que tendría que ser desde hace tiempo, un monumento de la vergüenza que ocurrió en esta ciudad y en este país" señalando a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que según el republicano "no ha hecho nada durante sus dos mandatos" para conseguir el traspaso del edificio.