A pesar del intento de mantener las costuras y de aislar el Govern de la polémica de los pactos en la Diputación de Barcelona, JxCat y ERC mantienen las discrepancias. A menos de 22 horas para el pleno de constitución de este ente supramunicipal y, por lo tanto, qué se agote el plazo de negociación, los republicanos presionan a sus socios a la Generalitat para que rompan el pacto al que llegaron con los socialistas el pasado viernes. JxCat, como mínimo de momento, sigue sin recoger el guante e insiste en que hace falta una reversión de los pactos a todo el territorio y que los comunes les aseguren que permitirían la operación.

El presidente de ERC en el Parlament, Sergi Sabrià, ha querido insistir esta mañana, en declaraciones en la prensa desde los pasillos de la cámara, en que todavía hay tiempo de hacer un nuevo pacto y ha resaltado que no se entendería que se perdiera esta "oportunidad". Los republicanos defienden que con la abstención de los comunes, que ven asegurada, un pacto con los postconvergentes y Tot per Terrassa prosperaria. Lo hacen cogiéndose a las declaraciones de Jéssica Albiach de este martes cuando dijo que no daría apoyo a un gobierno de JxCat, pero tampoco a uno de Cs y PP.

Por este motivo, Sabrià insiste en que si JxCat se mueve y pacta con ellos los números saldrían, ya que obtendrían dos diputados provinciales más que un eventual pacto unionista de PSC, Cs y PP. "Está en manos de JxCat decidir si la diputación queda en manos del soberanismo o del PSC", ha insistido una vez y otra. Además, ha vuelto a defender que para ellos eso no va de "sillas, sino de país" y ha repetido la oferta de la presidencia del ente supramunicipal a los postconvergentes, que ha asegurado que es "quien prioriza las sillas".

JxCat pide reverenciar pactos municipales

En la otra lado, JxCat no ve tan claro que los comunes no puedan hacer un pacto alternativo con PSC, PP y Cs para evitar lo que proponen los republicanos, e insisten en que la única suma posible en estos momento es PSC-JxCat. Además, acusan a los republicanos de hacer "marketing" y de cometer una "irresponsabilidad enorme" al prestarse a "el juego de las sillas". Así, consideran que ofrecerles la presidencia es ir "de farol".

Más allá de eso, sin embargo, también está la "reversión" de pactos, imprescindible por JxCat para romper el acuerdo con los socialistas. Así lo ha explicado el portavoz adjunto del grupo en los pasillos del Parlament, Eduard Pujol, que ha insistido en que la "reversión" de pactos con el PSC tiene que ser a todas las instituciones, y no sólo en la Diputación de Barcelona, y ha defendido que lo que está "en discusión" es la unidad estratégica del independentismo en todas ellas.

Los postconvergentes tienen una espina clavada en diferentes municipios, donde los republicanos pactaron con los socialistas para sacarlos del gobierno, a pesar de ser la primera fuerza. Los casos más flagrantes, para JxCat, son los de Sant Cugat, Figueres y Tàrrega. Desde de ERC, sin embargo, siguen defendido la "lógica municipal" de su partido en estos territorios y consideran que se postconvergente se tienen que dejar de excusas" y decidir si quieren pactar con ellos o con el PSC a la Diputación.

¿Qué dicen los comunes?

A todo eso, los comunes, los terceros en discordia, han evitado esta mañana de pleno en el Parlament hacer declaraciones públicas y aclarar el sentido exacto de su voto. Eso, sí, fuentes del partido aseguran El Nacional que no apoyarán "a ningún gobierno donde haya JxCat", ni al actual pacto PSC-JxCat ni tampoco al de ERC con JxCat.

Ahora bien, también aseguran que no se prestarán a la propuesta que este martes hizo el popular Xavier García Albiol de regalar los votos a Núria Marín para evitar que esta dependa de JxCat o que los independentistas gobiernen el ente con otra lista. Así pues, los republicanos insisten en que el cambio es posible.

 

Gráfico: elaborado por Maria Macià