Ya es oficial. El Consejo de Ministros ha validado los indultos a los nueve presos políticos catalanes, que en las próximas horas serán liberados. A la espera de confirmar los posibles actos de acompañamiento y recibimiento que organizarán sus respectivos partidos y también el gobierno catalán, las fuerzas independentistas empiezan a fijar posición. Hay coincidencia entre los socios del ejecutivo catalán que el perdón de las penas de prisión no es la solución, que hay que seguir luchando por la amnistía y la autodeterminación. Ahora bien, hay matices importantes de interpretación entre Junts, que no ve ningún gesto, y ERC, que percibe detrás la predisposición de la Moncloa de abrir una nueva etapa.

Así lo ha afirmado la portavoz de los republicanos minutos después de la oficialización de la medida de gracia. "Puede ayudar a dar credibilidad al proceso de negociación", ha apuntado a Marta Vilalta, desde el Palau de la Generalitat, justo después de haberse reunido con el presidente Pere Aragonès y la consellera Laura Vilagrà, acompañada del presidente del grupo parlamentario de ERC, Josep Maria Jové.

En la línea de lo que ya ha ido manifestando el propio Aragonès desde el primer día que tomó posesión del cargo, Vilalta ha insistido en que el indulto es una medida bienvenida, porque "alivia el dolor de los presos, de sus familias y de las personas que les quieren". Con todo, desde de ERC persisten a reclamar una "solución global", en forma de amnistía y autodeterminación.

Volver a la casilla de Pedralbes

La previsión es que la próxima semana Pere Aragonès viaje hasta Madrid para reunirse con Pedro Sánchez en el Palau de la Moncloa. La fecha todavía no se ha concretado, pero el compromiso de los dos es verse antes de que acabe el mes de junio. Es a partir de esta cita que podrá reactivarse la mesa de diálogo con el Estado. La voluntad del Govern de la Generalitat es que la reanudación formal de la negociación sea antes de las vacaciones de verano, pero no es nada claro que se llegue a tiempo.

En todo caso, la propuesta de ERC -de quien Pedro Sánchez depende para seguir contando con la mayoría necesaria para seguir gobernando hasta 2023- es que el punto de partida en las conversaciones con el Estado sea la Declaración de Pedralbes que los dos gobiernos firmaron en diciembre de 2018.

En la imagen principal, Aragonès y Vilagrà con Vilalta y Jové. / R. Moreno