El president en el exilio, Carles Puigdemont, ha reprochado en una entrevista realizada por el expresidente de Ecuador Rafael Correa para la cadena RT que el estado español tiene una "dificultad enorme para negociar y ceder". "Hay una idea casi machista en el sentido de imponer, de no negociar, que negociar es de cobardes, de débiles. Ellos o imponen o van hasta el final", ha reprochado Puigdemont, que considera que el franquismo también es consecuencia "de esta cultura tradicional de solucionar de manera autoritaria las diferencias".

Por lo que respecta a la situación personal de los dirigentes independentistas hoy en el exilio y la prisión, Correa ―que también vive exiliado en Bélgica― interroga al president: "¿Vale la pena tanto dolor?".

"Siempre. Si no hubiera valido la pena, ninguno de nosotros dos estaríamos aquí, porque nuestros predecesores se habrían rendido, no podrían votar a las mujeres, no se habría abolido la esclavitud, no se habrían reconocido los derechos sociales de mucha gente... Y claro que sufrieron, y mucho", ha respondido, además de subrayar que actualmente existe una situación en que se puede luchar con instrumentos que los predecesores no tenían. "¡Claro que vale la pena!", ha remachado.

En opinión del president, no obstante, quien tendría que responder a esta cuestión es el estado español: "¿Le vale la pena reprimir con esta violencia gente que quiere simplemente votar?". En todo caso, y en referencia a la situación de presos y exiliados, ha dejado claro que no hay "soluciones personales" en este conflicto.

Ante la pregunta sobre si hay alguna solución al conflicto con Catalunya que no pase por la independencia, el president considera que las todas las evidencias acumuladas los últimos 40 años indican que no ―"porque hemos trabajado 40 años y hemos fracasado", argumenta―.