El diputado de la CUP en el Parlament y miembro de la mesa de la cámara Pau Juvillà será finalmente juzgado en el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) por desobediencia. El juzgado de instrucción número 3 de Lleida le remitió la causa al convertirse en aforado y ahora el TSJC se ha declarado competente para juzgarlo y ha desestimado la solicitud de nulidad presentada por la defensa.

Sólo unos días después de que el TSJC haya archivado el caso de otra diputada de la CUP, Laia Estrada, el alto tribunal coge las riendas para llevar al banquillo de los acusados al primer miembro de la Mesa que la CUP tiene en el Parlamento.

La causa se abrió por no retirar los lazos amarillos que el partido tenía colgados en las ventanas de su despacho en el Ayuntamiento de Lleida y que se negó a sacar después de que Cs lo denunciara a la Junta Electoral durante la campaña de las municipales de 2019. La fiscalía le pide 8 meses de inhabilitación y 4 meses de multa.

El TSJC ha declarado su competencia para juzgar a Juvillà, desestima su solicitud de nulidad de la exposición razonada así como la declaración de incompetencia por el enjuiciamiento de la Sala de lo Civil y Penal y nombra ya al instructor que cerrará el proceso hasta llegar al juicio, el magistrado Fernando Lacaba Sánchez, que actuará de ponente en todo el proceso previo al juicio.

 

 

El concejal de la CUP compareció en mayo del 2019 en los juzgados de Lleida después de ser citado a declarar por un supuesto delito de desobediencia. La fiscalía se querelló por la denuncia interpuesta por Ciudadanos a la Junta Electoral de Zona (JEZ) por no retirar los lazos amarillos. Un centenar de personas lo recibió en las puertas del Canyeret para darle apoyo y Juvillà entró con la intención de responder todo lo que se le preguntara porquee remarcaba que "no se tenía que esconder de nada" y "no se echaría para atrás''.

Su defensa siempre ha recordado que se trata de una causa ideológica. Hay que recordar que en vez de requerir a la Administración por los lazos amarillos se requirió a un partido y es por eso que hicieron prevalecer el ''derecho fundamental de la libertad ideológica''. Juvillà recibió el apoyo de Junts per Catalunya, Esquerra y el Comú de Lleida, así como entidades como la ANC y Òmnium Cultural.