El diputado de Junts Joan Canadell no cree que el Estado español llegue nunca a pagar "todo el que debe" a los catalanes, pero considera que eso no es motivo como para no hacer el ejercicio de cuantificar cuál es exactamente la deuda histórica del Estado con Catalunya. Es por eso que hoy ha defendido en el Parlament una propuesta de resolución para crear una comisión de estudio sobre esta deuda histórica, propuesta que ha sido aprobada por el independentismo, ha recibido la abstención de los comunes y el 'no' de PSC, Vox, Cs y PP.

La propuesta pide exactamente determinar la deuda histórica "fruto de los incumplimientos y las políticas llevadas a cabo por el Estado español en las últimas décadas". La comisión, ahora que ha sido aprobada en sede parlamentaria, se tendrá que crear y la integrará un miembro de cada grupo parlamentario. También se prevé que puedan asistir técnicos, especialistas y miembros de entidades. La previsión es de una duración de seis meses y se prevé el redactado de un informe final con todas las conclusiones.

 

300.000 millones

En su intervención inicial Canadell ha cargado contra el déficit persistente y continuado del Estado, un déficit que está convencido de que no es casualidad y que responde a una "discriminación por razón de origen", cosa que asegura que la Constitución española no permite, y ha reiterado que quieren hacer la comisión para analizar bien la deuda pero que no esperan en ningún caso que el Estado pague lo que toca, cuando sí lo hará con otras comunidades como Extremadura: "Cuando nos toque, todo serán excusas para decir que no se nos paga". Además, ha alertado de que puede ser que la deuda pueda superar los 300.000 millones de euros.

Desde de ERC tampoco consideran que la deuda histórica será devuelta, y es por eso que el diputado Lluís Salvadó cree que no se resolverá nunca en el marco de la autonomía, sino en el de la república catalana, y mientras tanto ha emplazado PSC y comunes a trabajar desde el Govern para conseguir un nuevo sistema de financiación si consideran que es la solución. Más allá de eso, ha defendido que crear la comisión es una buena idea porque cuantificar los problemas "puede ser positivo".

Desde la CUP, que también han dado apoyo a la propuesta, la diputada Eulàlia Reguant ha dicho que está de acuerdo en analizar los incumplimientos pero ha reprochado al Govern haber contribuido a apuntalar la deuda histórica "con las clases trabajadoras del país". A pesar de dar apoyo, ha cuestionado el hecho de crear la comisión por la dificultad en ordenar los debates que se pueden generar.

Los partidos del Govern

Desde los comuns, que se han abstenido, han considerado que el trabajo del Parlament no es estudiar cosas, sino hacer política. El diputado Juan Carlos Gallego ha reconocido que existe déficit fiscal, y ha pedido en este sentido hacer propuestas de más autogobierno, por ejemplo en el marco de la mesa de diálogo. Una mesa de diálogo que ayer mismo el presidente Pedro Sánchez postergó sin fecha.

El PSC, que se ha sumado a Vox, Cs y PP, ha criticado que la propuesta de Junts ya avanza acontecimientos, en referencia a las declaraciones de Canadell conforme el Estado no devolverá la deuda. Y es por eso que el diputado Jordi Riba ha justificado su voto contrario, porque considera que no plantea propuestas y soluciones y que la creación de la comisión es "un nuevo artefacto procesista" con un objetivo puramente propagandístico.

La derecha, negacionista

La derecha, como era de esperar, ha negado la existencia de cualquier deuda histórica con Catalunya. Antonio Gallego de Vox ha criticado a Junts de querer resucitar la idea de que 'España nos roba' y seguir sumando agravios "para que el hámster separatista dé vueltas a la rueda". Desde Cs Nacho Martín Blanco ha acusado a los independentistas de hacer apología del odio y finalmente el líder del PP, Alejandro Fernández, ha propuesto la creación de siete comisiones de estudio "por las deudas históricas" de la Generalitat con varios territorios del país.