Reformar el reglamento y el código de conducta para blindar la cámara ante comportamientos racistas, fascistas, machistas y homófobos. Esto ha aprobado la mayoría del Parlament este jueves al pleno con motivo de una moción de ERC. Lo ha presentado la diputada republicana Najat Driouech, que ha remarcado la necesidad de ser conscientes de que la sociedad está impregnada de racismo, un hecho que "desgraciadamente" se ha normalizado, por lo cual ha pedido ser valientes para transformar a la sociedad en todas partes. La propuesta de ERC, aparte de reformar el reglamento, también incorpora otras cuestiones como impulsar y aprobar la ley contra el racismo antes de que finalice la legislatura.

 

La moción también ha instado al Govern a desplegar de manera progresiva la ley de igualdad de trato y no discriminación, y priorizar su aprobación en el primer trimestre de 2022, así como la puesta en marcha de un formulario de denuncia en línea y la elaboración de un protocolo de intervención en situaciones de discriminación en la administración pública. Asimismo, el Parlament también ha aprobado desplegar un régimen sancionador ante las discriminaciones sufridas. Uno de los puntos más polémicos ha sido la propuesta de diseño de una macroencuesta sobre discriminaciones y delitos de odio qué ha recibido los votos en contra de la CUP, Cs, PPC y Vox.

También se quiere que el Govern "impulse campañas de sensibilización y concienciación antirracista para erradicar cualquier actitud discriminatoria o delito de odio" ha explicado Driouech, incluyendo también, un plan formativo para el personal de la Generalitat de Catalunya en esta materia. Además, pide colaborar con los entes locales para velar la garantía del empadronamiento de las personas sin domicilio fijo y de las personas migradas afectadas por la ley de extranjería, "una realidad grave y que comporta el deber a los servidores públicos de garantizarlo".

Intervenciones de los grupos

Francesc Ten (Junts) ha mostrado su apoyo a la moción y a la acción del Govern en materia antirracista, y considera urgente y necesaria la reforma del Parlament y del Código de Conducta de los diputados que "lo blinde contra discursos racistas". En su intervención, el diputado del PSC Ferran Pedret ha instado a los diputados a estar atentos a discursos populistas que se "maldisfrazan de obreristas" y después aplican un programa contrario de lo que predican, en sus palabras.

La diputada cupaire Basha Changue ha criticado que la moción es una "cuña publicitaria del departamento de Igualdad", y ha acusado a la Conselleria de Tània Verge de tener prisa para hacer cosas pero no transformar la realidad. Las críticas de la formación anticapitalista llegan porque ya se había llegado a un acuerdo para reformar el reglamento y para desplegar la ley antirracista, y es por eso que han votado en contra de estas cuestiones, porque consideran que ya estaban en marcha. Jess González (comunes) ha afeado al Govern que quiera legislar rápido cuando todavía no se han desplegado aspectos clave como el régimen sancionador: "Tal vez el Govern tendría que desarrollar políticas concretas al ritmo del movimiento antirracista", ha añadido.

La diputada de Vox Maria Elisa García ha acusado a la Generalitat de hacer leyes "para señalar a quien les convenga", y ha afirmado que esta propuesta busca amordazar y es un intento de manipulación ideológica. El diputado de Cs Matías Alonso ha defendido que esta iniciativa tiene un tono 'buenista' y ha acusado a ERC de buscar blanquear la acción del Govern con esta moción. La diputada popular Lorena Roldán ha asegurado que el Govern no es creíble, y les ha pedido ser firmes con 'gags' del programa de TV3 'Bricoheroes', porque considera que hacen "supuestas bromas racistas, que categorizan en el pueblo gitano de ladrones".