"El PSOE tiene la llave, y el PSOE andaluz nos está diciendo que está con nosotros y queremos ratificarlo con esta señora. Si el PSOE vota no, el Partido Popular no lo puede sacar adelante". Algeciras, 9 de febrero. El portavoz del sindicato de estibadores, Antolín Goya, relataba a los suyos la estrategia para que el Gobierno de Mariano Rajoy no pudiera aprobar el decreto de liberalización del sector. Al día siguiente, Goya y "la señora", es decir, Susana Díaz, se reunían. Madrid, 16 de marzo: porrazo histórico de Rajoy en el Congreso. La Moncloa constataba que las primarias del PSOE marcaban los límites de los pactos que hacía meses el PP venía forjando con la gestora para obtener estabilidad.

Tormenta a partir de este domingo sobre la cabeza de Rajoy. La líder del PSOE-A y presidenta de Andalucía, Susana Díaz, entrará en Madrid en la carrera por ganar Ferraz con una táctica: deshacerse de la imagen que es la candidata más a la "derecha", es decir, del PSOE de Estado. Eso viene por sus apoyos clásicos –los exdirigentes Alfredo Pérez Rubalcaba y Felipe González- y el hecho de que ahora las encuestas la señalan como la preferida de los votantes del PP. Por esta razón pondrá en marcha un argumentario en el que va a mostrar ciertos ataques que el partido rival le habría lanzado en las redes.

La cuestión es que al otro lado del ring están el exsecretario general, Pedro Sánchez, y el exlehendakari y expresidente del Congreso, Patxi López. El primero ha polarizado las posiciones, entre un PSOE de "establishment" y otro orientado a reconocer la plurinacionalidad, dar más poder a la militancia y revitalizar la izquierda. Es decir, a acercarse al discurso de Podemos -además de vincular a Díaz con la gestora. Lo dijo el sanchista Odón Elorza, en una entrevista: Díaz es "el mando a distancia" de Ferraz. Es la conclusión a la que habría llegado Goya en la conversación con los estibadores.

De hecho, el éxito de la maniobra del exsecretario general se ha empezado a intuir ya en su crowdfunding. Cerca de 90.000 euros llevaba recaptados el pasado miércoles, día en que le era comunicado por burofax desde Ferraz que tenía que cerrar la plataforma. El argumento era que, según la Ley de Financiación de Partidos, están prohibidas las donaciones anónimas; el dinero recaptado sería considerado "ilegal" y el partido podria tener problemas. Él se ha negado a cerrarla, con lo cual ha alimentado el mito del sublevado.

Rajoy podría seguir tropezando con la "legislatura del diálogo": Díaz quiere ganar y el presidente prefiere que pierda Sánchez. Fuentes del ejecutivo hacen correr que este era una "persona tóxica", es decir, que acabaría con el pactismo de la gestora del PSOE. Por ese motivo, la presidenta andaluza es una espada de Damocles para los presupuestos del Estado, el conflicto con los estibadores y cualquiera de los pactos que Andalucía y el resto de líderes acordaron con la Moncloa en la reunión de presidentes autonómicos. Los populares no pueden seguir presionando, ni la gestora cediendo, a riesgo de dar vigor a Sánchez.

Pero con el dique de contención en el Congreso, la Díaz entra dispuesta a dar batalla. "Tengo fuerza, tengo ilusión y tengo ganas. Estoy animada y me encanta ganar", dijo hace semanas. El mensaje era revelador, tras meses repitiendo un ambiguo "estaré allí donde me pongan los compañeros: al frente, o a la cola". Los preparativos han sido intensos: habrá un despliegue de autocares, y estará acompañada de los expresidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, de Rubalcaba, así como Carme Chacón y el archienemigo del sanchismo, Eduardo Madina.

El acto entrará así en el último minuto: la próxima semana será el comité del 1 de abril, que fijará la fecha de las primarias, antes del 39º congreso federal de los días 17 y 18 de junio. Su papel de presidenta andaluza la ha hecho ser prudente, ante la posibilidad de que se rompiera el acuerdo de investidura con Ciudadanos en la comunidad. Más importante, Susana necesitaba tiempo para rehacer su imagen, tocada tras orquestar el golpe de los críticos a Sánchez durante el comité federal del 1 de octubre, y la posterior abstención para que gobernara Rajoy.

Ante el riesgo de perder apoyos, la presidenta ha tenido que hacer un trabajo previo de rearme, como asegurarse la neutralidad del PSC, que el primer secretario Miquel Iceta le prometió hace meses. Asimismo, se prevé que despliegue una ofensiva en Catalunya con Zapatero y Madina, y por su parte ya ha visitado federaciones por todo el territorio, como Valencia y las Castillas.

Madrid, 26 de marzo. Sánchez colmado de dinero llena de autocares su acto en Burjassot (Valencia) y Rajoy suspira sin presupuestos. López dice que quiere llevar su candidatura hasta el final, entre dos posiciones enrocadas, y con una tercera vía silenciosa que es difícil de cuantificar a quién roba apoyo. Díaz toma el AVE en Sevilla y la guerra por liderar al PSOE ha empezado.