Por quinto año consecutivo y con una convocatoria descentralizada, la Diada ha vuelto a llenar una vez más las calles de Catalunya tras la bandera de la reivindicación independentista. Lo ha hecho, además, reclamando de nuevo al Govern y al Parlament que pongan las urnas, en un llamamiento a organizar el referéndum de independencia que defiende el Assemblea Nacional Catalana (ANC).

"Ha llegado el momento de cambiar la historia. Es el momento de la sensatez y la democracia, pero también el de la determinación", ha proclamado el presidente del ANC, Jordi Sánchez. De hecho, casi ha parafraseado la misma demanda que dirigió el 2014 Carme Forcadell desde la ANC al entonces presidente Artur Mas, y ha reclamado: "Si queréis escuchar nuestra demanda, no dudéis ni un momento a poner las urnas. Es el lenguaje que el mundo democrático entiende".

Éxito

La ANC ha lanzado este llamamiento después de constatar que Berga, Salt, Tarragona, Lleida y Barcelona volvían a responder a la convocatoria de las entidades civiles. Según los organizadores, se había conseguido reunir a un millón de personas en la calle. Según las policías locales, 875.000.

"Nos querían cansados, pues no estamos cansados, tenemos más fuerza que nunca. Y nos querían vencidos y hoy les decimos que nunca nos rendiremos", ha clamado el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart, respondiendo a las voces que auguraban una caída de la participación este año.

El president, Carles Puigdemont, seguía el acto desde la primera fila de la manifestación en Salt (Gironès). Era la primera vez que participaba un president de la Generalitat en esta convocatoria. También era la primera ocasión en que acudía una presidenta del Parlament, dado que Carme Forcadell ocupaba la primera fila en Tarragona.

Puigdemont

Antes de participar en la manifestación, Puigdemont ha anunciado en un encuentro con corresponsales extranjeros que, con toda probabilidad, el próximo Once de Septiembre su gobierno estará en funciones porque, atendiendo en el calendario previsto, ya habrá convocado elecciones. La hoja de ruta independentista, que marca la aprobación de las leyes de desconexión para antes del próximo verano, sigue el ritmo marcado y el gesto de Puigdemont era ya un primer aviso a la reivindicación de la Diada.

El president ha aprovechado la intervención ante la prensa extranjera para reabrir de nuevo la puerta a un referéndum acordado con el Estado. Defender la imagen de respecto a la legalidad y mano tendida hasta el último instante ha sido en todo momento uno de los objetivos del Govern. Nadie, desde las formaciones independentistes, ni tal solo la CUP, le ha discutido que una vez más señalara esta vía.

RUI

No obstante, el llamamiento a dejar decidir a los ciudadanos que el presidente de la Assemblea ha lanzado esta tarde desde el escenario de la Diada llega en un momento en que las fuerzas independentistas debaten sobre la conveniencia o no de un referéndum unilateral de independencia.

El responsable de la ANC ha dejado clara su apuesta en el sentido de que dilucidar este debate en las urnas sería la mejor manera de garantizar que Catalunya se mantiene como "un solo pueblo". "Porque todos aceptaremos el resultado de un referéndum por la independencia", ha subrayado.

Colau

Sánchez ha mostrado el convencimiento de que las instituciones sabrán decidir "el cómo y el cuándo", pero tanto desde la ANC como desde Òmnium se han reiterado los llamamientos a la unidad y a cerrar filas tras un objetivo, que cuenta con un amplio consenso.

Antes de empezar el acto, la alcaldesa, Ada Colau, que por primera vez ha asistido a la manifestación, había puesto el acento en la reivindicación de un referéndum que, según ha dicho, "une a mucha gente diversa". "Es una lección histórica: los derechos y las libertades se conquistan", ha emfatizado.

Desobediencia

Tanto Cuixart como Sánchez han repetido los llamamientos a la unidad y al apoyo a todos aquellos responsables políticos que se ven amenazadas por la Justicia a raíz de su actuación en el proceso, empezando por el expresidente Artur Mas y la presidenta del Parlamento, Carme Forcadell, a quien han reclamado que en caso de sufrir una condena de inhabilitación, desobedezca y continúe ocupando su lugar en el hemiciclo.

Como estaba previsto, todo ha empezado a las 17:14 con el repique de las campanas de la Seu Vella de Lleida. Desde cada una de las concentraciones se ha leído una parte de un manifiesto. Lleida, Berga, Salt, Tarragona y finalmente Barcelona. Una vez leída cada parte del texto, los asistentes simulaban un latido con unas cartulinas circulares que se los ha distribuido previamente. Al acabar, el latido se ha hecho simultáneamente a todas las manifestaciones.

El acto ha acabado con el canto de Els Segadors que se ha interpretado al mismo tiempo en los cinco puntos de concentración.