El independentismo se ha encarado este 11 de Septiembre con los conflictos internos que entorpecen la estrategia unitaria de los partidos. Desde el escenario de la manifestación organizada en la Avenida Maria Cristina de Barcelona, la presidenta de la Asamblea, Elisenda Paluzie, ha confesado que esta ha sido "la Diada más difícil" que ha organizado la ANC. Y no obstante, centenares de miles de personas, que la Guardia Urbana ha cifrado en 600.000, han vuelto a llenar las calles de Barcelona para demostrar la voluntad de mantener el pulso al Estado. Esta vez el centro del acto, que no ha incluido ninguno de los habituales montajes, era la Avenida Maria Cristina de Barcelona pero la confluencia de los diferentes tramos se ha situado, curiosamente, en la plaza Espanya.

Ha sido una Diada marcada por la sentencia del juicio contra los líderes independentistas que se tendrá que conocer en las próximas semanas pero también por las profundas diferencias que separan a los partidos en cuestiones clave como la conveniencia o no de convocar elecciones en Catalunya cuando se conozca la decisión del Supremo o sobre la respuesta a la investidura de Pedro Sánchez.

En este contexto, por primera vez, ni los partidos ni las instituciones políticas han sido invitados este año a ocupar las primeras filas de la manifestación convocada por la ANC tras el contundente e inequívoco lema de Objetivo independencia, lo cual no ha impedido que hayan sido los principales protagonistas.

Los llamamientos a la unidad han estado presentes entre los lemas coreados por el público, pero sobre todo sobre el escenario. Las críticas a las dificultades con que tropieza la unidad se ha convertido en uno de los argumentos recurrentes de todas las intervenciones desde el momento en que el actor David Baigès, que ha actuado como maestro de ceremonias, ha abierto el acto reclamando una "estrategia unitaria".

Llamada a los partidos

A partir de aquí, todos los parlamentos han insistido de una manera u otro en esta apelación, hasta que ha llegado el turno de los responsables de las entidades independentistas. El vicepresidente de Òmnium, Marcel Mauri, ha exigido sentido de estado a los partidos. "No nos perdamos más en batallas estériles", ha reclamado.

"Sólo con la unidad acabaremos lo que empezamos", ha advertido Paluzie que ha alertado contra el abandono de la vía unilateral: "A nuestros dirigentes os pedimos que no nos desarmeis".También el presidente del Associació de Municipis per la Independència, Josep Maria Cervera, ha reclamado recuperar el espíritu de unidad que hizo posible el 1-O.

Los presos

Entre los parlamentos no ha habido la intervención de ningún representante de la Asociació Catalana pels Derechos Civiles, que agrupa a los familiares de los presos. El protagonismo para los líderes independentistas encarcelados se ha reservado para el acto convocado al mediodía por Òmnium en la avenida Lluís Companys. Ha sido la primera vez que Òmnium hacía esta convocatoria, que se ha organizado bajo el lema Por los derechos y las libertades, absolución, y al cual sí ha acudido representantes de los Comuns e incluso se ha proyectado un vídeo de la alcaldesa Ada Colau. Precisamente, la voluntad de sumar a los comunes en la denuncia contra una sentencia condenatoria aparece como una pieza clave de cara a las próximas semanas.

 

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, que el martes por la noche en su discurso institucional reclamó "generosidad y unidad" y garantizó que se tendran que volver a ejercer todos los derechos que se nieguen a Catalunya, ha asegurado que hoy "se cierra una etapa y se empieza a responder a las sentencias".

El movimiento independentista es consciente que para que la respuesta a las sentencias desbordi sus filas hará falta impulsar un mensaje menos marcadamente independentista que el que hoy presidía la manifestación de la ANC. Así lo reconocía al acabar el acto un responsable de la entidad, que admitía que a partir de ahora habrá que poner el acento en la reivindicación de los derechos civiles y políticos y la libertad de los presos, precisamente el punto que ahora mismo une los partidos, suma la voz de los Comuns.

La multitudinaria manifestación que desde el 2012 se ha convertido en el termómetro de la fuerza del independentismo en la calle ha demostrado este miércoles, como ha asegurado Paluzie desde el escenario, que a pesar de la contundente represión del Estado, el independentismo se mantiene en pie. No ha sido una manifestación tan desbordante como otras convocatorias, como se han encargado de destacar los rivales del independentismo, ni tampoco ha exhibido el ambiente de entusiasmo de citas anteriores. Pero, en medio de una situación extremadamente compleja, los organizadores han dado por cumplidos los objetivos. A partir de ahora, sin embargo, se propone reconducir la estrategia para dejar claro que la respuesta ante esta represión es muy masiva en Catalunya y va mucho más allá del independentismo.