Sobre las elecciones del domingo sólo hay una certeza, que en Barcelona nadie obtendrá una mayoría suficiente como para tirar millas en solitario. Y que harán falta pactos. El debate entre candidatos celebrado esta noche en TV3 ha marcado un punto de inflexión. Han participado Ada Colau, Ernest Maragall, Elsa Artadi -en nombre de Joaquim Forn, el alcaldable de JxCat cogido a Soto del Real-, Manuel Valls, Jaume Collboni, Josep Bou y Anna Saliente.
Junts per Catalunya ha rediseñado la estrategia de los últimos días. Hoy, tregua con ERC. Resultado: frente común de los socios de Govern contra Colau y los socialistas. Como en la temporada final de Joc de Trons, donde los eternos rivales aparcan la lucha por el trono de hierro para combatir al enemigo común.
Cuando quedan sólo tres días de campaña, Ernest Maragall y Elsa Artadi han evitado el fuego cruzado al cual se habían abonado últimamente, sobre todo ella. Esta vez no ha habido reproches mutuos, porque han reservado los esfuerzos para presentar sus programas y poner contra las cuerdas a Ada Colau y Jaume Collboni. Por su gestión en ámbitos esenciales por la ciudad como la (in)seguridad y la vivienda, pero también por su actitud hacia la represión ejercida desde el 1-O contra votantes y líderes independentistas.
El alcaldable de ERC -que según las encuestas está rozándose con Colau en la lucha por la victoria- ha denunciado que "los comunes aquí dicen República y allí pactan con los del 155". Maragall ha advertido que "Barcelona está a punto de convertirse en moneda de cambio de acuerdos políticos entre los socialistas y Podemos y ha recriminado que eso sea así cuando el gobierno del PSOE "está a punto de suspender a los diputados presos". Para terminar, un aviso, "yo no vengo a pactar con Colau, vengo a substituirla".
En la misma línea, Elsa Artadi ha aprovechado la invitación de la candidata de la CUP, Anna Saliente, de celebrar una mesa de diálogo con los partidos independentistas y los comunes para recuperar el espíritu del 1-O, para criticar que el gobierno de Colau no quiso colaborar en la organización del referéndum ni facilitó que aquel día hubiera urnas en Barcelona. En este apartado también ha recibido el cabeza de lista del PSC, a quien Artadi ha recordado su papel favorable con el 155, "al lado de los represores y no de las víctimas".
Vivienda y seguridad debilitan Colau
Todos los candidatos sin excepción han atacado con dureza las políticas de seguridad y vivienda de Ada Colau y han coincidido en calificar de fracaso su gestión en estas materias. Uno de los datos más repetidos han sido los 8.000 pisos sociales que prometió la alcaldesa y que se han quedado en sólo 800. "No luzca, señora Colau, estamos a años luz", le ha pedido Maragall, que por cierto ha hecho bandera del decreto ley que ha aprobado este martes el Govern para limitar el precio de los alquileres a Catalunya.
"La Colau activista estaría indignada pidiendo su dimisión", ha advertido Artadi. La actual alcaldesa se ha defendido explicando que si no ha podido hacer más es porque heredó una situación descontrolada con los años de mandato de Trias. Y ha señalado que la principal competencia en vivienda es de la Generalitat, donde gobiernan ERC y JxCat.
Uno de los más contundentes ha sido Jaume Collboni, que durante un año y medio formó parte del gobierno municipal de Colau. Ella ha sacado pecho de su etapa de activista para atacar al candidato del PSC, "cuando yo estaba en la PAH, los socialistas nos dieron con la puerta en los morros".
En el bloque de seguridad, ha pasado tres cuartos de lo mismo. Todos han suspendido a Colau. La líder de los comunes se ha quejado de falta de colaboración del Govern de la Generalitat en esta materia.
Collboni contra Valls y Colau
Los sondeos, los públicos y los internos que manejan internamente los partidos, apuntan a un PSC en una clara tendencia al alza. Y eso se le ha notado en Collboni, que ha desprendido un aire evidente de seguridad en sí mismo. El alcaldable socialista ha intentado escalar más posiciones a costa de izquierda y derecha, de Colau y de Valls.
A la alcaldesa la ha acusado de independentista, sin subterfugios. "He cerrado los ojos y me ha parecido que hablaba con un independentista", ha afirmado. "Colau ha dado un giro desde el 6 y 7 de septiembre, cuando dejó en la estacada a Coscubiela y Rabell", ha añadido Collboni, que no ha podido esconder el punto de resentimiento que todavía conserva desde que Colau le expulsó del gobierno municipal por el apoyo de los socialistas al 155.
Pero Collboni sabe que también tiene frontera de voto con Manuel Valls. Por eso ha querido dirigirse directamente a los votantes que dudan entre él y el ex primer ministro francés. "Hay una gran diferencia entre Usted y yo, que yo puedo ganar las elecciones", ha dicho, "Usted tiene un amigo que se llama Rivera y pacta con VOX y yo tengo un amigo que se llama Pedro Sánchez y gana las elecciones".
¿Y Bou? El alcaldable del PP se ha centrado en atacar al independentismo, afirmando que se han buscado la represión, que decir que una persona perdió un ojo el 1-O es "hacer demagogia" y que si Maragall "hubiera sido alcalde, no habría habido los JJOO". Pero también llevaba munición para los comunes, "para que los barceloneses tengamos trabajo es necesario que Colau pierda el suyo".
Han sido dos horas y media de debate. Suficiente para hacerse una composición de qué plantean cada uno de los candidatos y para empezar a vislumbrar por donde pueden ir las futuras alianzas en Barcelona. Una pista: no habrá ningún tripartito posible.