Las cúpulas de Junts per Catalunya y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) se han encontrado esta mañana en Montserrat, según ha podido saber ElNacional.cat. La delegación de Junts, formada por Jordi Turull (secretario general), Albert Batet (presidente del grupo parlamentario de Junts) y Josep Rull (presidente del consejo nacional del partido), y la del PNV, formada por Andoni Ortuzar (presidente de la formación) y Joseba Aurrekoetxea (secretario de Organización), han acudido a una comida con empresarios de la Catalunya Central organizada por el grupo Taelus. Tal y como explican fuentes conocedoras de esta reunión, ambas comitivas han visitado previamente el monasterio. También han podido encontrarse y hablar con el padre abad de Montserrat, Manel Gasch.

Relaciones fluidas con el PNV

El encuentro también ha servido para analizar la situación política en Catalunya, el País Vasco y el Estado. En esta legislatura, las dos formaciones han expresado su voluntad de "coordinar" sus votos en el Congreso de los Diputados para "ir a la una" y ser "tan útiles como sea posible" para las naciones vasca y catalana. La interlocución entre Bofill (calle donde está la sede de Junts) y Sabin Etxea es frecuente. Para esta coordinación, los encuentros con delegaciones de ambos partidos es recurrente. También se han celebrado en Bélgica con el president en el exilio, Carles Puigdemont.

Esta reunión en Montserrat coincide con el día en el que, previsiblemente, el lehendakari Íñigo Urkullu anunciará la convocatoria de elecciones en el País Vasco para el próximo 21 de abril. En estos comicios, Urkullu no aspirará a la reelección, sino que lo sustituirá Imanol Pradales al frente de la candidatura de los jeltzales. La comida también se produce en la jornada en la que la Fiscalía ha rechazado que el Tribunal Supremo investigue a Puigdemont y al resto de encausados por el Tsunami Democràtic por el delito de terrorismo. Desde Junts, ven "lógico" el informe del ministerio fiscal, pero advierten de que ello no impide que sigan negociando para una ley de amnistía más "robusta".

Ahora, el plazo para negociar el dictamen final de la ley de amnistía vence el 7 de marzo. Los juntaires se mantienen en que tiene que cumplir un doble objetivo: "Que incluya a todo el mundo y que sea de aplicación inmediata". Ante las investigaciones judiciales por los delitos de terrorismo y alta traición, Junts cree que hay margen para poder blindar estas situaciones. De hecho, en la ponencia de la ley, hay vivas tres enmiendas conjuntas de los juntaires con el PNV que buscan ampliar el perímetro de la amnistía y, precisamente, van en la línea de incorporar el terrorismo y la alta traición a la normativa, para que sean amnistiados los afectados por estas posibles penas. En este sentido, ambas fuerzas también aúnan fuerzas en la ley de amnistía.