Representantes de los principales partidos de ultraderecha europeos, entre ellos Vox, se reúnen este fin de semana en Varsovia por invitación del partido de Derecho y Justicia (PiS), que gobierna en Polonia. En esta denominada "Cumbre de Varsovia" está previsto discutir estrategias para poner énfasis en los estados-nación de la Unión Europea, según ha anunciado el conservador PiS a su página web. El encuentro sigue al que se celebró el mes de julio como parte de los esfuerzos por formar un bloque común dentro de la política europea y debatir como pueden trabajar juntos para cambiar la UE, en la cual acusan de actuar como un superestado que está erosionando las tradiciones y los poderes de sus 27 estados miembros.

Marine Le Pen, en horas bajas

El PiS ha dicho que su objetivo es luchar y contrarrestar las "violaciones repetidas de los tratados" tanto por parte de la Comisión Europea como de otras instituciones europeas. Jaroslaw Kaczynski, el líder del partido anfitrión, ha inaugurado el encuentro en la capital polaca, a la cual también participan al primer ministro húngaro, Viktor Orban, que quiere intercambiar impresiones con su homólogo polaco Mateusz Morawiecki. A la reunión, que han calificado de cumbre, también ha acudido la líder ultraderechista francesa, Marine Le Pen, que se ha mostrado muy optimista sobre la constitución de este grupo. "Creo que lo que le ha pasado en Polonia, el chantaje, las amenazas de la Unión Europea -con Polonia resistiendo una vez más-, quizás sirve para que todo el mundo sea consciente que solo unidos conseguiremos que la Unión Europea se repliegue en aquello en que es más perjudicial", explicaba Le Pen con la vista puesta en las elecciones presidenciales francesas del próximo mes de abril, en las cuales se le presenta un escenario muy complicado con la llegada de Éric Zemmour que parece que le está ganando posiciones. Zemmour no ha asistido al encuentro de Varsovia.

Por parte de España, ha acudido el líder del partido de ultraderecha español Vox, Santiago Abascal, que intenta consolidar unos vínculos europeos con los otros ultras, a pesar de la idiosincrasia española. Finalizada la reunión ha anunciado en su cuenta de Twitter que el próximo encuentro de patriotas europeos se celebrará en España en enero, después de que haya sido aceptada su invitación por parte del resto de líderes. Además, ha añadido que se ha adquirido el compromiso de todos los participantes de estrechar la colaboración para poner fin a la "inquietante idea" de crear una Europa "gobernada por las élites globalistas".

También están presentes Martin Helme, líder del Partido Popular Conservador de Estonia, Tom Van Grieken líder del Vlaams Belang.

La gran ausencia

Los anfitriones están aludiendo a los procedimientos de la UE contra Polonia y Hungría, coincidiendo con el enfrentamiento que mantienen los gobiernos de Polonia y Hungría con Bruselas, que rindió los fondos comunitarios de los dos por el retroceso democrático que han experimentado.

La gran ausencia del encuentro es el italiano Matteo Salvini, líder del partido la Liga, que ha emitido un comunicado afirmando que es necesario que encontrar "el momento adecuado" para este nuevo grupo. Salvini fue uno de los firmantes de una declaración hecha en julio por 16 formaciones ultras en los cuales anunciaban planes de gestar una "gran alianza" en el Parlamento Europeo, que fue el preludio de las conversaciones del sábado, pero ahora se ha desmarcado.

"No al fascismo"

Un pequeño grupo de manifestados se ha congregado en el exterior del hotel donde se celebra la reunión, con silbidos y con gritos contra los presentes. Los ha calificado de extremistas al servicio de los intereses del Kremlin, una cuestión muy sensible a Polonia. Durante la protesta han mostrado carteles con la frase "pacto ruso" y han llamado "¡​A Varsovia libre de fascismo"!.

 

Foto principal: Santiago Abascal en la reunión de Varsovia.