El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha anunciado que recurrirá la sentencia del juicio al procés ante el Tribunal Constitucional después de que este miércoles el Supremo, tribunal que lo condenó a 9 años de prisión, haya desestimado el recurso de nulidad que presentó su defensa, según ha informado la entidad en un comunicado.

En el comunicado, la entidad cultural reafirma que el estado español mantiene la vía represiva contra el independentismo y que el Supremo juzgó a Cuixart por sus ideas, es por eso que consideran que la confirmación de la sentencia del juicio al procés y la negativa a anularla, "deja claro que el estado español sigue situándose fuera de la legalidad internacional" y que, al mismo tiempo, hace caso omiso al TJUE y a los "dictámenes de más medio centenar de organizaciones y ONG de derechos humanos" como la ONU o Amnistía Internacional.

En el mismo comunicado, la entidad independentista también alerta de que esta resolución publicada por el Supremo "criminaliza el derecho a reunión, poniendo en riesgo cualquier movilización a favor de los derechos sociales, civiles y nacionales", ya sea en Catalunya o en el resto del Estado.

Òmnium también recuerda que la presentación del recurso delante del Constitucional es para "agotar todas las vías legales estatales" y que es un paso "imprescindible" antes de poder ir a los tribunales europeos, que son "instancias con mayores garantías jurídicas y democráticas".

Para acabar, Òmnium sigue manteniendo que la sentencia del juicio al procés "es fruto de un tribunal parcial y politizado" contra el derecho a la autodeterminación. Además también cree que vulnera el derecho de cualquier acusado a poder ser juzgado por un tribunal independiente e imparcial.

Vulneración de derechos

En el mismo comunicado, Òmnium deja claro que seguirán denunciando la "vulneración flagrante" de derechos que Cuixart "ha sufrido" durante todo el juicio al procés, "empezando por la presunción de inocencia". Según la entidad, el juicio y la instrucción de Pablo Llarena han estado llenos de irregularidades que se tendrán que "denunciar a instancias internacionales". El ejemplo más claro para Òmnium es la presencia de Vox como acusación popular.